Enrique Cruz (h) / (Enviado Especial a Barranquilla, Colombia)
Colón buscará hacer historia otra vez, como hace casi dos meses en el mítico Morumbí. Sin equipo confirmado pero con la convicción firme y segura de jugarlo como una final, Colón afronta otro de esos partidos que pretende convertirse en leyenda.
Enrique Cruz (h) / (Enviado Especial a Barranquilla, Colombia)
“La diferencia entre un gato colombiano y un gato argentino, es que el gato argentino, cuando se mira al espejo, se siente un león”. Así habló Julio Comesaña, el entrenador del Junior, cuando le preguntaron por Colón. ¿Lo tiene estudiado?, quién sabe. Para mí es una frase en la que el entrenador uruguayo generaliza. Toma el caso de Colón como el de cualquiera de los equipos argentinos. Así ve Comesaña el partido, se lo imagina duro y peleado. Y por ahí acierta el técnico del Junior. Domínguez no definió el equipo, pero sea cual fuere la formación, no se negociará la entrega, el sacrificio y las ganas que tiene este equipo de seguir haciendo historia.
Porque a eso vino Colón. Después de la hazaña contra el San Pablo, se quiere repetir la historia. El rival no es el mismo. Junior no impone el mismo respeto, ni por historia ni por presente, que los brasileños. Cuando Colón jugó ante el múltiple campeón de la Libertadores y del mundo San Pablo-, ellos estaban punteros del torneo paulista. Acá lo del Junior es distinto. Se recuperó el fin de semana con un buen triunfo ante La Equidad, pero no tiene, a priori, el mismo nivel de exigencia que planteaba San Pablo.
Igualmente, Domínguez encontró una fórmula aquella vez para jugar y ganar en el Morumbí. Si para este partido hubiese tenido a Ortiz en condiciones de jugar, estaríamos hablando de un esquema similar, con línea de cinco para defender, esperando replegado y tratando de sorprender por la vía del contragolpe.
Pero Ortiz no está y si Domínguez apunta a jugar con línea de cinco, tiene que improvisar o echar mano al pibe Franco Quiroz. Desechada esa alternativa en teoría, porque Domínguez no dio el equipo-, las que surgen son dudas. Algunos creen que pondrá a Bastía y que sacará a alguno de los dos de arriba (Chancalay o Leguizamón), otros entienden que hay que apostar a la misma formación que le ganó a Godoy Cruz, pero está claro que lo que menos quieren, Domínguez y los jugadores, es que este partido sea abierto.
Veamos las alternativas
* Jugar con línea de cuatro, dos volantes netos de contención (serían Bastía y Fritzler), tres un poco más adelante para ser la primera barrera de contención y creación, más un punta neto.
* Otra es la de repetir el esquema, quizás con algún retoque como podría ser el ingreso de Clemente Rodríguez para darle experiencia a la línea de cuatro. En ese caso, se apostaría al 4-4-2, pero es difícil que Domínguez esté pensando en un partido parecido al del viernes, cuando las urgencias (porque se venía de perder y porque se jugaba de local), eran mucho más importantes que ahora.
* Quizás haya alguna otra forma de encarar el partido y que se desconozca. En la previa del partido con el San Pablo, Domínguez no desnudó hasta el mismo comienzo del partido (o mejor dicho, cuando se dio a conocer la planilla oficial con la formación), de qué manera iba a afrontarlo. Ahora se da una situación similar y el propio DT lo dijo en el encuentro con la prensa, cuando reveló que recién este miércoles dará a conocer la formación.
Clásico
Junior es un equipo de típico corte colombiano, por más que sea dirigido por un uruguayo. Juega corto, con pelota al pie y tratando de darle siempre un destino seguro y preciso. No intenta por la vía del pelotazo y saldrá a jugarse por entero para sacar una ventaja en este primer partido. Comesaña les pidió más agresividad, más rudeza a sus jugadores durante la semana. Este es el “reclamo uruguayo” para un equipo netamente colombiano.
El último aspecto, que cuenta y seguramente incidirá, es el del calor. Toledo dijo una gran verdad: “Si viniese de Buenos Aires, sería peor, pero como en Santa Fe estamos acostumbrados a este calor y a esta humedad, es diferente”. Es cierto lo que dice el defensor rojinegro, pero también es una gran verdad que todavía en Santa Fe no están haciendo estas temperaturas que se soportan en la muy caliente Barranquilla. La tierra de Shakira, la tierra de la cumbia colombiana, la tierra del carnaval y la alegría, la tierra en la que Colón quiere hacer otra vez historia, como hace un par de meses en el mítico Morumbí.