Florencio Randazzo es uno de los precandidatos a presidente por el Frente para la Victoria, y muchos especulan con que sería el ungido por la presidente. ¿Lo siente así?, quiso saber El Litoral.
Y el funcionario contestó sin titubear con un “por supuesto”. Las risas resonaron en el palacio municipal repleto de periodistas, dirigentes kirchneristas y radicales locales. E inmediatamente, aclaró que el año que viene será candidato a presidente pero “a través de las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias; una ley democrática que ha permitido que esa decisión que muchas veces quedaba en manos de padrones demasiado reducidos, quede ahora en manos del conjunto de los argentinos que van a decidir los candidatos a presidente de todas las fuerzas políticas. Pero para eso falta un año -aclaró el ministro-, y mi mayor responsabilidad hoy es gestionar las áreas que están bajo mi cargo y que es, en definitiva, mi mayor capital político”, sentenció.
¿Referentes?
Consultado sobre cuáles son sus referentes en la provincia, Randazzo dijo que “son muchos”, pero enumeró sólo a uno: Alejandro Ramos. “Yo tengo a alguien muy cercano, como es Alejandro Ramos, que es un colaborador estrecho y alguien muy comprometido con la provincia y tal vez quien me ha llevado a tomar algunas decisiones muy importantes, como el tren a Rosario y la posibilidad del tecnotren que se viene desarrollando dentro del plan estratégico de la ciudad de Santa Fe. Pero por suerte, candidatos hay muchos y lo que tenemos que hacer ahora es trabajar”, planteó.
Patrimonio
Randazzo también se refirió a su situación patrimonial, que en los últimos años ha crecido significativamente según se denunció públicamente.
“Es como toda la información que dan algunos medios de comunicación, y que disputan poder en Argentina. Está claro que acá los medios han condicionado a todos los gobiernos, incluso a los del proceso militar; tanto el poder económico como mediático. Nosotros hemos decidido emancipar la política de esos grupos económicos y mediáticos. Y eso tiene un costo político, que es difamación, tirarle la honra a los perros; es estar sometido todos los días a la mentira”, se quejó.
El funcionario dijo que su declaración jurada, presentada desde 1989, es “absolutamente consistente, producto de la valuación fiscal de los bienes que tengo, a partir de la decisión del gobierno de la provincia (de Buenos Aires) de incrementar las valuaciones fiscales. Ni más ni menos que eso”, concluyó.