Lía Masjoan
[email protected]
@lmasjoan
Vieytes 3307, barrio San José. Allí, se amucharon esta mañana los familiares, amigos y vecinos de Yamila Ferré, la joven que murió ayer por leptospirosis. La casa paterna, y sus calles de tierra, se transformaron por unas horas en una improvisada sala de velatorio: “Acá es donde creció y vivió”, dijo Mauricio Gudiño, su dolido esposo al explicar el lugar elegido para despedirla. Afuera, una combi del servicio fúnebre que les ofreció el municipio esperaba para trasladar los restos hasta el Cementerio.
La tenue lluvia que comenzó a media mañana no ahuyentó a nadie. Los más compuestos acercaban sillas y repartían vasos con agua, asistían a los familiares que se descompensaban y daban fuertes abrazos a la mamá de Yamila, echada en una silla sin consuelo.
Entre el dolor de los presentes se coló la campaña política: el precandidato a gobernador, Oscar Cachi Martínez, y su precandidato a concejal de la ciudad de Santa Fe, Cristian Huser, se acercaron a dar el pésame. El gesto no fue bien recibido por los familiares: “Vienen a hacer campaña, igual que cuando estuvimos inundados”, dijo Gudiño.
Yamila tenía cuatro hijos: dos varones de 8 y 5 años, y dos nenas de 6 y 3. Su casa, en San Juan 7445, se inundó tras las intensas lluvias de fines de febrero y el agua demoró cinco días en irse. Su marido se quedó pero ella se alojó con los niños en lo de sus padres, donde también se inundaron pero menos tiempo. Trabajaba limpiando zanjas en Don Bosco para el municipio, a través de un convenio con la asociación civil “Los redimidos de Cristo”. Y cuando el agua bajó, retomó sus tareas.
Idas y vueltas
Jesús Ayala, su papá, contó que cuando empezó a manifestar un cuadro febril fue al hospital Sayago: “Le dijeron que estaba incubando una fuerte gripe y la mandaron a su casa con paracetamol. Volvió al otro día (ya era sábado 14 de marzo), le dijeron lo mismo. Volvió el lunes y la dejaron internada”. El martes el cuadro se había agravado y Yamila ya no podía respirar bien. Se decidió trasladarla al hospital Cullen, donde les explicaron que no era gripe y que debían internarla en terapia intensiva. Como no tenían camas disponibles, fue derivada al Sanatorio Garay, donde finalmente falleció ayer.
Cuando el agua bajó, el Ministerio de Salud, en coordinación con el municipio, realizó un operativo sanitario en los barrios afectados y repartió medicación contra la leptospirosis. Desde el municipio informaron esta mañana que distribuyeron mil dosis entre los empleados municipales y 5 mil en los barrios afectados.
Pero Gudiño dijo que a ellos no les llegó la dosis: “Tuvimos cinco días agua en la casa y no nos ofrecieron la medicación. Se paraban en una esquina del barrio y no se acercaban a nuestras casas; no pudimos llegar”.
Sin información oficial
El Ministerio de Salud aún no confirmó el caso. La directora de Promoción y Protección de la Salud, Andrea Uboldi, aseguró a El Litoral que recién mañana emitirán un comunicado de prensa oficial con información sobre la situación en toda la provincia. Sobre este caso en particular, dijo que “se está investigando tal como ocurre con cada fallecimiento que se produce en la provincia; se verá si admite revisión del proceso de atención y si hubo errores o no para dar tranquilidad a las personas del grupo familiar”.
De todos modos, el Sanatorio Garay, donde estuvo internada casi una semana y finalmente falleció, sí emitió un comunicado y confirmó: “Se corrobora el diagnóstico de leptospirosis”.
El parte del sanatorio
El director médico del Sanatorio Garay, Dr. Emilio Moreno, envió comunicado en el que informa: “Una paciente de 23 años nos fue derivada desde el hospital Cullen el 17/03/15, por cuadro de insuficiencia respiratoria aguda; donde se sospechaba cuadro neumónico de origen viral, dada la epidemiología ya se habían tomado muestras para confirmar la etiología. Días mas tarde se corrobora el diagnostico de leptospirosis”.
“Ingresó al Sanatorio Garay por déficit de cama en el sistema público, requiriendo de Asistencia respiratoria mecánica presentando shock y hemorragia alveolar pulmonar, si bien supero estas situaciones de etapa aguda, desarrollo una cuadro neurológico (panencefalitis) que la llevan a la muerte encefálica corroborándose la misma por Cudaio el día de ayer. A las 8:45 de esta mañana fallece”.
Un caso en Recreo
A sus 36 años, Virginia Paladea es otro de los casos confirmados de Leptospirosis, sólo que con final feliz.
Realiza tareas administrativas en el Centro de Salud del barrio Mocoví de Recreo. Cuando el agua ingresó a casa de su mamá y sus vecinos se dedicó a ayudarlos. “Como la gente me pedía ayuda porque me conoce del Centro ayudé a evacuados y le avisé a la Municipalidad de personas que tenían agua en sus casas”, contó.
En su caso, el cuadro comenzó con fiebre alta, cansancio y dolores en el cuerpo. Dijo que se lo planteó a la doctora del Centro, que ella la medicó con amoxicilina y le indicó los análisis que el viernes 13 le dieron positivo. No hizo falta la internación, desde entonces está en su casa, en reposo. Virginia dijo que se siente bien. La tranquilidad, sin embargo, llegará mañana con los resultados del segundo análisis realizado para confirmar el diagnóstico: “Tuve suerte: fueron esos primeros días feos pero después me sentí bien, creo que es porque la doctora me medicó enseguida”, concluyó.