Algunas quedaron bajo agua. Las que no se inundaron tienen bajo nivel de ocupación, aunque reciben muchas consultas. Los turistas plantean temores por la transitabilidad de la Ruta 1 y la posible presencia de víboras.
Lía Masjoan
La temporada alta está perdida para muchos complejos de cabañas del corredor costero santafesino. La crecida del río afectó la actividad turística en Arroyo Leyes, los Zapallos, Santa Rosa de Calchines, y Helvecia, entro otros, al punto de que algunos quedaron bajo agua desde el fin de semana pasado. Los que aún ven crecer el río de lejos, casi no tienen reservas hechas para enero, sólo muchas consultas.
“La gente no ha reservado nada porque tiene miedo que se corte la ruta o el Puente Leyes y no puedan llegar. Recibimos muchos llamados pero pocos concretan a pesar de que el lugar no se ha inundando porque estamos a 200 metros del río en un albardón alto”, contó Silvina González, de Cabañas Calchines, ubicada en el kilómetro 35 de la Ruta 1, en Santa Rosa de Calchines. “Este año no tenemos ninguna reserva, a diferencia de otros eneros que a esta altura están completos”, se lamentó.
Problemas
Idéntica situación afronta Celia Nini, a cargo del emprendimiento Brisas de Campo, en el km 36 de la ruta 1, también en Santa Rosa de Calchines. “Ahora tengo ocupadas dos, pero hasta último momento no sabían si venían”, contó. “La gente llama y pregunta si se puede cortar la ruta o si hay víboras, dicen que después vuelven a llamar y no confirman”.
En Arroyo Leyes la situación está muy complicada en general, y también para el sector que se dedica al turismo. Rubén Huel tiene un complejo de cabañas en la Calle 146. “Estamos totalmente inundados, desde el 83 que no subía el agua, tenemos mucha barranca pero la semana pasada, con el río a 5,70 metros ya comenzó a ingresar”, contó Laura Casanova, quien trabaja en el emprendimiento. Hace unos años construyeron nuevas cabañas sobreelevadas a la altura de la crecida del ‘83. “Ahora le falta un escalón para ingresar”, apuntó. Si bien tenían algunas reservas concretadas para enero, “se pidió disculpas y se devolvió el dinero, la gente entiende perfectamente pero hemos perdido toda la temporada y más: heladeras, cocinas, muebles, colchones y el tractor para cortar el césped quedaron bajo agua. Es que el 23 de diciembre fue el último día que estuvimos y nos confiamos. Volvimos el 26 y el agua ya nos daba a la rodilla”, lamentó.
La situación es apenas mejor para Oscar Jourdan, dueño de Cabañas Tres Corazones, en el km 13,5 de la Ruta 1, calle 52, también en Arroyo Leyes. Afortunadamente su complejo está dentro del anillo de defensa. Sus reservas para esta temporada venían “medianamente bien”, calificó.
Pero advirtió que la mayor dificultad es la altura de las napas porque en la zona tienen pozo negro: “Estamos muy complicados y estoy evaluando dejar de trabajar. Tenemos cota 5,50 metros y el río ya la superó. Si no tuviéramos defensa tendríamos más de 70 centímetros adentro. Voy a pasar las fiestas porque ya tengo cabañas ocupadas pero después corto”, dijo resignado.
Sin inconvenientes
Cabañas Cayastá, uno de los complejos más grandes del corredor turístico santafesino, no tuvo inconvenientes con la crecida hasta el momento. Diego Montes de Oca contó que están trabajando con normalidad. “Estamos con un 100 % de ocupación y tenemos un 90 % de reservas para enero, la mayoría de la provincia de Santa Fe, pero también de Buenos Aires y Córdoba”.
Aires de Calchines, en el kilómetro 40 de la Ruta 1, tampoco ha sido afectado. “Estamos en una zona alta y las reservas se están cumpliendo bien. Están consultando si se puede llegar bien, pero como por ahora el puente está transitable, vienen con normalidad”, aseguró Alicia Más.