Las fuertes diferencias en los pronósticos de la crecida del Paraná, que estiman los técnicos del Sistema de Alerta Hidrológico de la Cuenca del Plata (Siyha), que depende del Instituto Nacional del Agua (INA), volvieron a quedar expuestas ayer cuando funcionarios municipales reconocieron que se estaban manejando con estimaciones propias para tomar decisiones por los errores en las proyecciones.
Es que la semana pasada el Siyha había pronosticado una altura de 5,09 para ayer y el río terminó trepando a 5,45 metros en el Puerto de Santa Fe -36 centímetros más-, un nivel que obligó a evacuar a 35 familias de La Vuelta del Paraguayo (y a 11 familias de Colastiné Sur). En este contexto, las cuadrillas municipales debieron trabajar a toda velocidad para construir más módulos habitacionales en la ruta 168 para alojar a las familias que se evacuaron del barrio costero a partir del lunes.
“La verdad es que nos tuvimos que comenzar a manejar con nuestras propias estimaciones, pero no es lo ideal. Por eso, cuando pase el pico de la crecida, vamos a solicitar una reunión, una instancia de discusión seria con la gente del INA y con funcionarios provinciales para ver cómo se puede mejorar el tema de los pronósticos”, planteó Carlos Pereira, secretario general de la Municipalidad, en una entrevista con El Litoral.
Es que un pronóstico más ajustado le hubiera permitido al municipio prepararse mejor para enfrentar el caudal máximo de la crecida y no invertir recursos en trabajos que no iban a resistir el embate del río (por ejemplo, la elevación del camino de La Vuelta del Paraguayo, que quedó colapsado por el agua el lunes a la tarde).
“Nosotros creemos que falta medir caudales entre Resistencia (Chaco) y Santa Fe para poder dar proyecciones más ajustadas, pero hay que analizarlo. También recordamos que cuando las proyecciones las realizaban los técnicos locales del INA teníamos menos dificultades y además intercambiaban información con nuestros propios técnicos”, señaló Pereira. En la actualidad, la base del Siyha está en Ezeiza, al lado de la ciudad de Buenos Aires.
Las idas y vueltas con los pronósticos -que también se produjeron en la crecida del año pasado- comenzaron cuando el pico de la crecida pasaba por las Cataratas del Iguazú (el 9 de junio). La primera proyección del Siyha estimó que el pico de la crecida podría llegar a los 6,20 metros en Santa Fe. Era una altura que obligaba a evacuar no sólo La Vuelta del Paraguayo, sino también Colastiné Sur. Pero más adelante esos datos se ajustaron y hasta bajaron por debajo de los 5 metros.
Un nuevo temporal de lluvias sumó nuevos aportes hídricos a la cuenca, pero las proyecciones del Siyha de la semana pasada estimaban que el río iba a oscilar alrededor de los 5,10 metros por estos días, pero el nivel del agua superó los 5,40 metros y provocó la rápida evacuación de La Vuelta del Paraguayo.
Además de los pronósticos, otra cuestión que también complica la asistencia de las familias es que muy pocos quieren evacuarse hasta que no tienen el agua encima. Los vecinos explican que prefieren quedarse hasta último momento, porque en otras inundaciones les robaron hasta las chapas de sus casas.