De la redacción de El Litoral
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Siguiendo los lineamientos del Ministerio de Salud de la Nación, nuestra provincia puso en práctica un sistema centralizado de entrega de la medicación especial (el oseltamivir) para tratar a los pacientes con diagnóstico de gripe A que se atienden en el sector privado, tanto clínicas como sanatorios.
La tarea está a cargo de la Dirección de Farmacia y Bioquímica, dependiente del Ministerio de Salud de la provincia, organismo que desde el pasado 2 de julio dispuso modificar el mecanismo de entrega a quienes requirieran esta medicación, ya que el incremento de la demanda imposibilitó continuar la dispensa a domicilio. Cabe recordar que los pacientes del sector público reciben el tratamiento en los establecimientos en donde son atendidos.
La Dra. Beatriz Martinelli, directora de Bioquímica y Farmacia de la provincia, reconoció que “al empezar a incrementarse los casos de gripe A fue necesario implementar este dispositivo, fundamentalmente para aquellos casos que se atendían con su médico privado en el consultorio, por alguna emergencia o en los sanatorios, que no tenía posibilidad de acceso a la medicación”.
La dispensa de estos medicamentos está centralizada en dos oficinas que funcionan en nuestra ciudad y Rosario (Ver Los lugares), que están a cargo de médicos y farmacéuticos. El paciente o un familiar debe llevar la ficha epidemiológica de denuncia que le hizo el médico, en donde le indica el antiviral, y la receta.
La funcionaria aclaró que “respetamos el criterio de indicación de la medicación, ya que no lo tienen que tomar todos los pacientes: la norma dice que la quimioprofilaxis está indicada para ciertos grupos de riesgo y etarios, y el tratamiento para pacientes mayores de 15 años que tengan diagnóstico de gripe (fiebre mayor a 38º y enfermedad de tipo influenza a neumonía)”.
“Con este dispositivo centralizado, habremos entregado desde el 2 de julio unos 900 tratamientos aproximadamente”, informó Martinelli, al tiempo que recordó que “la provincia hasta el momento recibió 81.000 tratamientos y hoy recibimos 17.000 tratamientos más”.
Según precisó, un tratamiento para un paciente adulto incluye 10 cápsulas, y se toma una cada 12 horas durante cinco días. Si la persona tiene indicada una dosis de quimioprofilaxis debe tomar una cápsula cada 24 horas. En este último caso, se indica -según el último cambio de la norma, aclaró- para los convivientes estrechos de riesgo, es decir los adultos mayores, embarazadas, pacientes inmunodeprimidos o que presenten patologías de base como enfermedades pulmonares, diabetes y enfermedades cardíacas.
Por otra parte, la funcionaria aclaró que no tienen faltantes de medicación por el momento y que “estamos en permanente contacto con la Sala de Situación de Nación en Buenos Aires, y le enviamos la información que tenemos sobre número de consultas, de fichas epidemiológicas notificadas, tratamientos asignados y distribuidos en la provincia. Ellos la van monitoreando y nos van mandando la medicación en la medida que necesitamos y hasta ahora no ha habido faltante”.
Farmacovigilancia
Por otra parte, Martinelli adelantó que “el jueves o viernes de la semana pasada también comenzamos a llamar telefónicamente a los pacientes para ver si han tenido efectos adversos con la medicación, porque muchas veces son pacientes polimedicados, que tienen una enfermedad crónica como diabetes e hipertensión”.
En este sentido, admitió que pudieron constatar que “la medicación produce fundamentalmente vómitos y náuseas y se recomienda tomarlo con las comidas. En algunos casos, la gente está tomando Reliveran para calmar esos efectos adversos. En general, se recomienda la consulta con el médico”.
Por último, agregó que este protocolo de farmacovigilancia lo está desarrollando la provincia con técnicos de la Organización Panamericana de la Salud “para poder detectar efectos indeseables y reacciones adversas de este medicamento, para estar alertas, poder actuar y conocerlas”.
Ésta es una medicación bastante nueva -mencionó-, que se ha usado en Asia (fundamentalmente en Japón) y en nuestra población no tenemos gran experiencia de uso. Por eso la gente va a recibir esa llamada telefónica en la que se le preguntará sobre la tolerancia a la medicación y si se ha presentado un efecto indeseable.