Es una bacteria que puede producir distintas enfermedades, entre ellas cuadros graves como infección generalizada (sepsis) y meningitis.
Es más frecuente en invierno y primavera.
El hombre es el único reservorio.
Se encuentra en la nasofaringe de la población no causando enfermedad (estado de portador) y se transmite de persona a persona, a través de las secreciones respiratorias de un portador asintomático o de un enfermo.
Las infecciones virales previas favorecen su aparición y se presenta principalmente en menores de 5 años.