El presidente Luis Spahn estuvo el jueves en Buenos Aires pero dicen que no se reunió con Cristian Bragarnik, el representante de Madelón. De todos modos, el titular tatengue no quiso esperar y avanzó el viernes con un nuevo encuentro con el técnico en Casasol. La situación no está definida y hay puntos por arreglar, pero lo bueno es que tanto desde el punto de vista de la dirigencia como del propio cuerpo técnico, la idea de seguir está. Aunque primero deberán definirse algunos aspectos.
Anteanoche, cuando el plantel trabajaba en el campo de juego de Patronato con el profesor Lisanti en los movimientos precompetitivos, Madelón y Czornomaz salieron del calor abrumador del vestuario y se fueron a conversar en la parte trasera de una de las tribunas. Lo hicieron un buen rato. Czornomaz escuchó y preguntó; Madelón habló. Por ahí, quién sabe, Leo le contó al Pirata algunos puntos conversados con el presidente Spahn en la búsqueda de un entendimiento.
No es ningún pecado decir que hay que ver lo económico. Madelón dijo que resignó dinero; en todo caso, fue a la cola a esperar que primero cobre el plantel y luego él. No le molestó. Y piensa, con razón, que si bien Spahn “patalea” por un reparto del dinero de la TV que no le cierra y que pone a Unión y a los otros nueve que asciendan en una posición desventajosa con relación al resto, el ascenso le va a dar chances económicas al club para reforzar el plantel y para arreglar el contrato del entrenador.
A Madelón se le debe y, además, hay que actualizarle un contrato que se celebró hace un año, que vence en junio y que fue redactado cuando no se sabía cuál iba a ser el destino final del torneo de 30 equipos y de la vuelta al año deportivo calendario.
No creo que a Leo se le “suelte la chaveta” con lo que pida ni tampoco con los refuerzos que solicite. Armó una buena base. La armaron con un presidente que se puso a tono en lo futbolístico y, entre ambos, acertaron en todo. Sería bueno que la receta se repita. Bueno y saludable.
Se habla en Buenos Aires de un cachet mensual de cerca de 1,5 millones para los clubes que asciendan. Se está hablando de más de 12 millones de pesos al año (Grondona les había dicho a todos, antes de su muerte, que los clubes que asciendan se iban a tener que arreglar con los 5 millones que perciben actualmente) que motivan la “ira” de Spahn, quien espera 30 millones de la tele para que los números le cierren definitivamente. Pero lo primero debe ser arreglar con el entrenador. Y por eso, Spahn se ha puesto manos a la obra y quiere definirlo cuánto antes porque, además, se debe arreglar el tema de la pretemporada (Madelón insiste en hacer una parte de la misma afuera de la ciudad y surge nuevamente la chance de Mar del Plata, entre otros lugares) y comenzar a negociar los refuerzos, que no serán muchos pero que le darán un salto de calidad deseado por todos.