Ignacio Pueyo
Ayer fueron rivales dentro de la cancha. Hoy son amigos fuera de ella. Ambos siguen ligados al deporte y no podemos negar que representan muy buenas épocas de Colón y Unión. Ramón Mántaras y Oscar Regenhardt hablaron de todo en la previa del clásico santafesino.
Ignacio Pueyo
El fútbol ha cambiado. El deporte y su forma de jugarlo tienen características sumamente distintas en relación a hace más de 30 años. Todo lo que lo rodea también ha sufrido sus modificaciones, pero el sentimiento y la pasión están intactas.
Caminando por las calles de la ciudad, hablando con los compañeros de trabajo o con la familia, nos damos cuenta de que el partido ya se vive en los corazones de los fanáticos. Ellos también son hinchas, y han tenido la posibilidad y la suerte de haber defendido la camiseta de sus clubes. También es cierto que el “Choclo” estuvo por España y Colombia, mientras que Ramón se desempeñó también con la casaca de Tigre, club en el que aún se lo recuerda. Y muy bien. De todas formas, ambos coinciden en que no hay algo que se pueda comparar con el clásico santafesino.
“Los clásicos en Argentina son especiales. Se viven de manera especial. Pero acá en Santa Fe, por ser una ciudad chica, se viven de otra manera. Si te toca ganar disfrutás, salís con la familia, de todo. Si te toca perder, te querés encerrar en tu casa porque realmente te sentís amargado y las cargadas son tremendas. Pero vuelvo a insistir, es folclore, y eso lo hemos perdido un poco porque nuestra cultura y educación han cambiado. Yo tuve la suerte de disfrutar muchísimo todo lo que me pasó en mi carrera deportiva, y en los clásicos, lo mismo”, relata Regenhardt.
Mántaras aporta lo suyo: “Yo tengo más resultados a favor que en contra en todos mis clásicos. Lo vivía a toda intensidad, yo quería jugar siempre por más que estuviera en el banco, o afuera. A veces uno no encuentra las palabras para decir todo lo que se siente adentro de un clásico. Ésta es la realidad para Santa Fe”.
Jugadores-hinchas
Es que no lo olvidemos: además de haber vestido las camisetas de Colón y Unión, ellos son hinchas. El hecho de llevar grabados sus colores en el corazón, hace que el hincha pueda sentirse completamente identificado con sus palabras. De hecho, a la hora de contar sus experiencias, por ejemplo, el ex Colón detalla que puede explayarse desde su costado de jugador, entrenador e hincha del Sabalero.
Sin embargo, de la pasión y el sentimiento podríamos hablar largo y tendido, sin necesidad de recurrir a ex futbolistas. Podríamos hacerlo con cualquier hincha porque sabemos que en Santa Fe las emociones están a flor de piel. Entonces consultamos a nuestros invitados sobre los sentimientos que pasan por la cabeza y el corazón del jugador que está en el césped a la hora de afrontar un clásico.
—¿Cómo se sienten los gritos de la otra hinchada?
—“A mí, personalmente, me motivaba. Me hacía mal cuando mi propia hinchaba por ahí me insultaba, que me ha pasado (risas), porque no estás en tu día. Cuando la hinchada local o visitante gritaba era, para mí, muy motivador”, cuenta el Choclo.
Mántaras prosigue: “Yo, por ejemplo, me agrandaba muchísimo cuando la hinchada rival me insultaba. Era hermoso” (risas).
Ausencia de visitantes
Por otra parte, ambos coinciden en que el hecho de que no haya hinchas visitantes, si bien no es lo mejor, no debería influir demasiado en el rendimiento de ninguno de los dos equipos.
El Colorado señaló que a la hora de jugar no influye, aunque cada uno quiere tener a su hinchada ahí alentando. “Pero no es lindo, te toca ganar y no sabés a quién saludar, entrás a la cancha y te saludás vos mismo. Realmente es feo”, cierra.
Reinhardt Ramón señala que el hecho de que no haya hinchada visitante no cree que traiga ninguna dificultad para los jugadores. Ni para los de Colón, ni para los de Unión.
¿Y marcar un gol?
El 17 de agosto de 1980, en el 15 de Abril, el Tate se impuso por 3 a 1 en un clásico que Oscar Regenhardt nunca olvidará. Ese día, le tocó convertir el segundo tanto del encuentro de tiro libre, algo que el “Choclo” lo hizo, con el tiempo, como una especialidad, además de ser implacable en la marca de grandes jugadores, como Maradona.
—Te tocó ganar un clásico con un gol tuyo en tu cancha y con tu gente. ¿Cómo se siente eso?
—Es un equipo y hay buenas y malas, y vos colaboraste con lo que fuiste a buscar desde un principio. Recuerdo muy bien ese clásico porque además de jugar bien me tocó hacer un gol de tiro libre, no por arriba, sino por afuera de la barrera. No era normal que un marcador de punta haga un gol. Lo hice en el arco de la redonda, ganamos 3 a 1 y fue una alegría muy grande. Quedás en la historia, han pasado muchos años, al día de hoy me lo recuerdan y yo lo recuerdo muy bien.
¿Y dirigir un clásico?
Ramón Mántaras tuvo varias facetas dentro de su vida con los colores rojo y negro. En una de sus etapas como entrenador, fue el DT del equipo en el clásico del Apertura 2000. El partido finalizó 2 a 2 en el Brigadier López.
“Me costó mucho concentrar en Santa Fe, siendo entrenador. Teníamos esa diferencia con el presidente, porque él me decía que vayamos a Paraná y yo lo quería acá en Santa Fe. Yo quería que el jugador empezara a vivir el partido desde el momento que concentrábamos. Ése fue un clásico muy lindo y disputado, con Nery Pumpido como técnico de Unión. Empatamos pero fue un lindo partido.
Teníamos muy buen equipo, con muy buenas personas. Yo era alguien desconocido para primera división y siempre fui del trabajo con juveniles. En ese momento dirigí jugadores con muchísima experiencia y no tuve ningún problema. Estoy muy orgulloso de haber jugado y haber podido dirigir a mi Colón”.
La actualidad
Lo dijimos al comienzo: los tiempos cambian, y con ellos el fútbol. Hoy los clubes de Santa Fe se encuentran en buenos momentos de su historia, Unión con campañas históricas y la clasificación a copas. Colón llega después de un histórico resultado ante el poderoso San Pablo. Es por eso que la pregunta final giró en torno a la situación actual de los equipos y las similitudes y diferencias con las épocas en las que nuestros entrevistados vivieron.
Regenhardt no quiere caer en comparaciones, pero destaca el buen pasar que a él le tocó vivir en Unión y la excelente actualidad: “Te digo que aquella fue la mejor etapa de Unión: desde el 75 al 82 yo tuve la suerte de vivir las mejores épocas de Unión. En este momento, el club está viviendo una etapa muy buena, en un fútbol totalmente distinto al que jugábamos nosotros, con otros protagonistas, obviamente. Éste es un muy buen pasar. Creo que no lo ha superado a aquél del 79 porque ésa fue la mejor campaña de la historia, pero nadie puede decir que Ésta no es una excelente etapa de Unión”.
En tanto, Mántaras cierra: “Creo que lo que está haciendo Colón ahora, en relación al resultado, está realmente muy bien. Se ha modificado mucho el fútbol, y sobre todo el trabajo en juveniles, en su capacitación, en su trabajo. Sería bueno, por ejemplo, que la Reserva vuelva a jugar antes de los partidos, porque ése es el mejor banco de pruebas para la condición de seguridad, confianza, afianzamiento, en un lugar donde el juvenil tiene al periodismo, a la hinchada, a los dirigentes, al técnico de primera, todos mirándolo”.