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Multitudinaria misa
de niños en la Boca
En una multitudinaria y colorida misa, unos 20.000 niños porteños pidieron perdón a Dios por "las mentiras, el egoísmo y la agresión" y también expresaron su solidaridad con sus pares de las villas 20 y 31, mediante una colecta en alcancías que ellos mismos realizaron.
El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, monseñor Jorge Bergoglio, exhortó a los chicos "a escuchar a Jesús a través de su palabra, a estar cerca de El cuando rezamos, y a acariciarlo cuando ayudamos al prójimo".
La tradicional celebración, en la que estuvieron los obispos auxiliares porteños Jorge Lozano y Joaquín Sucunza, unos 80 sacerdotes y 70 seminaristas, se realizó en el estadio de Boca Juniors, en un clima de fiesta y colorido, donde -según las cifras oficiales- participaron unos 20.000 niños.
El prelado capitalino explicó a los más pequeños que "esta vez la celebración es especial porque festejamos los 2.000 años del nacimiento de Cristo", por lo que "significa una gran fiesta para todos. Por eso tenemos que vivir el Jubileo como una verdadera fiesta. Dios fue quien nos regaló el Jubileo, que no se vende ni se compra. Jesucristo lo ofrece con amor y solidaridad".
La multitud escuchó atentamente las palabras del Primado, quien les enseñó las tres maneras que tiene la Iglesia para festejar: "Escuchando, estando cerca y acariciando a Jesús. Escuchar a Jesús en su palabra, estar cerca de Jesús cuando rezamos, y acariciar a Jesús cuando ayudamos al prójimo".
"Este es un año de celebración porque el perdón de Dios que Jesús nos regaló en la cruz se hace fiesta en nuestro corazón y queremos contagiarlo a todos. Quiero que todos juntos celebremos a Jesús Pan de Vida en esta misa de niños. Quiero que regalemos algo de todo el amor que Jesús nos da, ayudando desde lo que juntemos en nuestras alcancías a los que más necesitan", subrayó monseñor Bergoglio.
Campaña solidaria
Como todos los años, en la puerta del estadio se recogieron donaciones materiales, mensajes e intenciones. Con el lema "Compartimos tu perdón y regalamos tu amor", los niños realizaron una campaña solidaria, que consistió en el armado de alcancías para juntar dinero, cuyo monto recaudado se destinará a los comedores infantiles de las villas 31 y 20.
Mientras se iban congregando los distintos grupos, hubo animación con muñecos y canciones. Al igual que años anteriores, cada Vicaría estaba identificada con un color, además de las pancartas o carteles que cada parroquia desplegó durante la celebración. Así, la Vicaría Devoto era reconocida por las porras verdes; la de Belgrano por las rojas; la de Flores por las celestes y la del Centro por las amarillas.
Por su parte, el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario de la Zona Devoto, monseñor Jorge Lozano, explicó que a raíz del Año Santo, "se vino haciendo un trabajo especial en las parroquias y colegios, que dio como resultado esta celebración que culmina un camino. A los niños los invitamos a crecer en solidaridad. Ese es uno de los lemas que trabajamos mucho con ellos, para que puedan encontrar a Jesús en su palabra, en la oración y la misa, y acariciarlo en los hermanos, sobre todo en los más pobres y necesitados". (DyN)
