Más de un millar de municipales -que en su mayoría pertenecen al cordón industrial del sur de la provincia-, reclamaron al gobernador Carlos Reutemann que intervenga en el conflicto entre empleados y la Municipalidad de Capitán Bermúdez, en la que desde hace tres meses no se pagan los haberes.

La manifestación -que provincializó el conflicto- arribó a la Casa de Gobierno pasado el mediodía y, sin que se produzcan incidentes con la policía, derribó las vallas que desde hace meses separan a la sede gubernamental de la plaza, sobre 3 de Febrero.

En pocos minutos, pancartas, bombos, altavoces y equipos de lanzadores de bombas de estruendo ocuparon la totalidad de esa calle y -aunque algo más dispersos- no menos de la mitad de la plaza 25 de Mayo.

La movilización fue impactante por lo nutrida y también por sus deciveles de ruido. Una constante sucesión de petardos estallaron muy cerca de las ventanas de la Casa Gris cerradas, como las puertas de la sede del Poder Ejecutivo, que sólo se abrieron para recibir a una delegación de la Festram que dialogó con autoridades de las subsecretarías de Municipios y Comunas.

La Federación Santafesina de Trabajadores Municipales (Festram) advirtió que esta es la primera movilización y que si no se cumplen sus demandas convocará a realizar cortes de rutas en toda la provincia.

El reclamo tiene como eje central provocar que la Secretaría de Trabajo dicte la conciliación obligatoria en el conflicto de Capitán Bermúdez, y también actúe sobre otras localidades del sur, como Casas y Sancti Espíritu, afectadas por situaciones similares.

En el mismo nivel de exigencias hubo fuertes críticas al proyecto de los diputados provinciales de la Alianza que -según subrayaron los dirigentes- recorta derechos laborales y afectaría a 30 mil trabajadores.

Con igual vehemencia, los trabajadores insultaron a la clase política en general, al gobernador Carlos Reutemann, al sendador nacional Horacio Usandizaga y a los legisladores aliancistas santafesinos.

La movilización que esta mañana organizó la Federación Santafesina de Trabajadores Municipales comenzó muy temprano en el sur de la provincia, desde donde partió un importante número de micros hacia nuestra ciudad.

Los coches se concentraron en la sede local de la Festram, sobre Saavedra y Corrientes, y desde allí llegó hasta el municipio santafesino en una suerte de demostración de fuerza ante la dirigencia local. Es que Asoem (los municipales de la capital santafesina) no adhirió al plan de lucha de la federación.

Tras cortar el tránsito en las proximidades del Palacio Municipal, la movilización tomó por Urquiza y se extendió en todo su ancho por no menos de tres cuadras y media.

Pasó frente a la Legislatura al tomar General López, donde hubo una estridente descarga de petardos y críticas a los legisladores de la Alianza que impulsan un proyecto de ley que recorta derechos laborales, según sostuvieron.

En la plaza 25 de Mayo terminó la marcha, en la que se derribaron las vallas antimanifestantes ubicadas frente a la sede del Poder Ejecutivo.

Si bien no hubo ningún tipo de incidentes de gravedad, la onda expansiva de las bombas de estruendo destrozó algunos vidrios de la Casa Gris y dos manifestantes mujeres requirieron de algunos auxilios porque sufrieron las consecuencias de un estallido demasiado cercano.

Hubo pancartas y banderas de los sindicatos de Rosario, Capitán Bermúdez, Arroyo Seco, Timbúes, Gálvez, Rafaela, Funes, Cañada de Gómez, Esperanza, Calchaquí, Coronda, Las Parejas, Sancti Espíritu, Venado Tuerto, Villa Gobernador Gálvez, Puerto San Martín, Santo Tomé y Ceres.

Claudio Leoni, secretario general de Festram, cerró los discursos reafirmando la acusación al gobernador Carlos Reutemann de que no se ha dictado la conciliación obligatoria en el conflicto de Capitán Bermúdez -gobernada por el aliancista Gerardo Carlucci- porque existe un acuerdo con el líder radical Horacio Usandizaga.