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De la Rúa pidió por
la paz y el trabajo
El presidente Fernando de la Rúa pidió hoy al Apóstol Santiago que brinde al pueblo argentino ``la paz, el trabajo y la prosperidad''.
Antes de finalizar su visita a Galicia, en el noroeste de España, De la Rúa asistió a una misa en la Catedral de Santiago de Compostela, donde realizó una invocación al Patrón de España.
El presidente, que estuvo acompañado por su esposa, Inés Pertiné, pidió también ``por la paz en el mundo, en especial en Medio Oriente, donde ha vuelto el dolor de la violencia'', y ``por las ciudades de esta España a la que queremos tanto''.
Durante la ceremonia, oficiada por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, imploró al Apóstol que ayude al pueblo argentino ``a trabajar por el bien común, buscando los caminos que han de llevara a metas cada vez más humanas, tutelando los derechos fundamentales de la ciudadanía''.
El arzobispo Barrio aludió en su homilía a la responsabilidad que tienen los políticos para preservar la paz y se refirió a que ``las instituciones del Estado democrático son las únicas legítimas para establecer normas jurídicas de la convivencia social''.
Tras la misa, De la Rúa recorrió el interior del templo, visitó el sepulcro del Apóstol que da nombre a esta ciudad y, como es tradición, dio un abrazo al Patrón de España.
Posteriormente, el presidente cruzó la Plaza del Obradoiro, ante la sorpresa de los turistas que se encontraban en ese momento en el lugar, para asistir a una recepción con las autoridades locales, entre los que se encontraba el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, quien le entregó a De la Rúa la llave de la ciudad.
Tras un intercambio de discursos, en los que ambos políticos destacaron las raíces cercanas que unen a las dos naciones, y después de firmar en el libro de oro de la ciudad, la comitiva argentina recorrió la zona antigua de Santiago de Compostela.
La anécdota de la jornada tuvo lugar en la misma Plaza del Obradoiro, cuando un grupo de turistas argentinos al darse cuenta de la presencia de su presidente se acercó a saludarle y entonó el himno nacional, a lo que tanto De la Rúa como su esposa se sumaron.
El presidente argentino, quien dijo que se siente ``muy emocionado por su visita a Galicia'', recorrió posteriormente la zona antigua de la ciudad, donde continuamente fue ``asaltado'' por ciudadanos argentinos, a los que les correspondía el saludo.
También tuvo tiempo de entrar en alguna que otra tienda típica de la ciudad para conocer la artesanía gallega, y saboreó un café en uno de los establecimientos típicos de Santiago.
De la Rúa, que ayer fue agasajado en la localidad gallega de Bueu, de donde es oriunda su familia paterna, y se reunió con el presidente regional de Galicia, Manuel Fraga, prosigue hoy su estancia en España con un viaje a Barcelona.
En esta ciudad del noreste español, el presidente argentino clausurará unas jornadas empresariales y se entrevistará con las autoridades locales y regionales antes de emprender el regreso a Buenos Aires. (EFE)
