Jugaba de visitante en el mismo lugar donde hace algunos meses recibió la peor humillación deportiva al perder el clásico 4-0. Llegaba con un antecedente estadístico poco feliz: de los últimos 14 clásicos ganó sólo 1. Y encima de tener un plantel "corto" se había quedado sin tres jugadores ideales, por personalidad, para jugar un clásico: Magnín, Jayo y Mazzoni.

En ese contexto le empezaron a redactar el certificado de defunción: el clásico estaba 1 a 1, penal para Colón, expulsión de Cárdenas y la posibilidad de volver a perder todo ante el rival de toda la vida.

Primero Castellano en el área propia (atajó el penal) y después Tilger en la de enfrente (marcó el 2 a 1) dieron vuelta la historia. De casi muerto, a vivito y coleando.

Hacía mucho tiempo que Unión no jugaba un clásico como el de ayer. Con mentalidad ganadora, sobreponiendo su actitud y convicción más allá de todo: de las bajas previas, de ser visitante y la inferioridad numérica por la expulsión del "Changuito".

Después de mucho tiempo, Unión le jugó un clásico a Colón con el pecho caliente. No se dejó llevar por delante de movida y aprovechó de manera inteligente uno de los posibles "accidentes" que tiene este hermoso juego: tuvo un fuerte viento a favor.

Unión metió como nunca en las pelotas divididas y presionó bien arriba en el primer tiempo. Por cuestiones obvias, se dedicó a aguantar en el complemento. Y lo hizo hasta donde pudo.

El empate de ayer, acorde con las circunstancias que detallamos antes y durante el partido, tiene un gran valor para Unión. En lo matemático y en lo futbolístico, pero también en el terreno psicológico.

Ante la adversidad del juego, salió a flote la dignidad deportiva de este grupo. Nadie se guardó nada. Y en el terreno exclusivo de los clásicos, Unión aprobó una materia pendiente de estos últimos años: la personalidad que siempre debe sacar a relucir todo equipo en ocasiones "especiales".

Por eso el festejo interminable en el sector visitante, casi como si hubiera ganado el clásico. Mucho tuvo que ver lo que le inculcó Pumpido a sus jugadores. A diferencia del último 4-0, esta vez Unión le jugó a Colón con el pecho caliente. Ni más ni menos que como se debe jugar el clásico en esta bendita ciudad.

Cancha: Colón.

Arbitro: Angel Sánchez.

Recaudación: 141.250 pesos.

Colón: Leonardo Díaz; Azoge, Morant y Medero; Bontemps, Castagno Suárez y Eros Pérez; Javier Delgado y Valencia; Darío Gigena y Gorostidi. Arquero suplente: Irigoytía. También estuvo en el banco: Favre. Director técnico: Ramón Mántaras.

Unión: Castellano; Ariel Donnet, Fernando Ortiz, Valli y Cárdenas; Norberto Fernández, Vera, Cristian Ríos y Matías Donnet; Silvera y Tilger. Arquero suplente: Llinas. También estuvo en el banco: Frutos. Director técnico: Nery Pumpido.

Goles: en el primer tiempo, 11 min. Ríos (U), 28 min. Delgado (C) y 38 min. Tilger (U); en el segundo tiempo, 23 min. Gigena (C).

Cambios: en el segundo tiempo, 12 min. Marczuk por Ríos (U), 28 min. Maier por Matías Donnet (U), 35 min. Castillo por Tilger (U), Morales Santos por Valencia (C) y Romagnoli por Bontemps (C) y 41 min. Nicolás Hernández por Gorostidi (C).

Incidencias: en el primer tiempo, 34 min. expulsado Cárdenas (U) y 35 min. Castellano (U) le detuvo un penal a Delgado (C).