Deportes: DEPO-04

De la mano de Pumpido

Al duelo de los técnicos lo ganó el entrenador de Unión. Porque sorprendió con el planteo, se rearmó como pudo y sacó un resultado que termina siendo positivo por todos lados.


Castellano; Ariel Donnet, Valli, Ortiz y Magnín; Matías Donnet, Jayo, Mazzoni y Ríos; Tilger y Silvera. Este equipo era el que Nery Alberto Pumpido tenía en la cabeza para jugar el clásico frente a Colón.

Pero ante Vélez perdió por expulsión a Jayo y Mazzoni. Y en la semana previa al clásico se le fueron las pocas esperanzas que había para recuperar a Magnín y tenerlo como titular. Es más, cuando le dijeron que podía llegar Magnín se le ocurrió pasarlo a Ariel Donnet como volante tapón por el medio y listo. Pero ni eso disfrutó. Entonces, comenzó a pensar el partido a partir de las bajas.

Enseguida definió que Norberto Fernández iba a jugar como uno de esos dos volantes centrales que le faltaban. "Lo usé en esa posición ante Newell's en Rosario y me dio buenos resultados. Anduvo bien el "Beto", le comentó Nery a la pasada a su ayudante de campo Fernando Alí.

El tema pasaba por el otro volante del medio para marcar a Valencia y Delgado. Todos se la jugaban por Basualdo o Marczuck. "Algo voy a inventar", se animó a decir con optimismo. Sin embargo, sorprendió a todos con la elección: Oscar Vera y Diego Maier.

En el caso de "Cacho", porque hacía un año y siete meses que por las lesiones que lo persiguieron no jugaba en Primera. "Si Vera no hace locuras y juega paradito donde debe, estamos cubiertos", supuso.

En cuanto al pibe Maier volvió a asumir riesgos e hizo debutar a un chico de la cuarta directamente en un partido como el clásico. "Claro que me animo", respondió cuando lo consultaron acerca de la importancia del partido.

Una vez que definió los nombres y decidió mantener el mismo esquema táctico, ideó la estrategia. "Lo vamos a salir a morder a Colón, porque le duele. No van a manejar la pelota. Quiero que anticipemos siempre en la marca", les dijo a sus jugadores. Y le terminó saliendo redondito en el primer tiempo: se fue ganando 2-1 con un hombre menos.

Allí, siendo el DT de Unión "se vistió de Mántaras" y pensó en voz alta: "Como Colón tiene un hombre más, va a sacar un volante y va a poner un punta para quedar con tres delanteros". Entonces, lo llamó al pibe Diego Maier (20 años, de la cuarta afista) y le dijo que se preparara para un movimiento automático de piezas: si Mántaras movía las piezas en el tablero, él iba a responder.

Finalmente fue al revés: el que primero hizo los cambios fue Nery. Lo vio cansado y superado a Ríos, por eso metió a Marczuck por izquierda para frenar un buen segundo tiempo de Bontemps; del otro lado hizo lo mismo con Matías que perdía el duelo con Eros Pérez y puso a Maier.

Pudo, ante la expulsión de Cárdenas, sacar un punta y rearmar línea de cuatro en el fondo. Pero sus delanteros titulares (Silvera y Tilger) son intocables. Por cuestiones futbolísticas... sí, pero también por cuestiones hormonales. Por actitud, entrega y dignidad. Banderas que ayer hicieron flamear no sólo Tilger y Silvera, sino casi todos sus dirigidos.

En el clásico anterior, cuando perdió 4-0 con Colón en esa misma cancha, estuvo dos días encerrado en el mismo hotel céntrico donde había concentrado Unión. En ese entonces, Malvicino lo vio vencido y le preguntó ¿usted se siente capacitado para revertir esto? La respuesta no demoró: "Sí, Angel, no tenga dudas". Mientras en aquel Clausura Malvicino preguntaba, algunos dirigentes ya hablaban con otros técnicos. Reaccionó Unión, llegó la seguidilla y se redondeó una campaña inesperada después de aquel 0-4.

Ese plantel se desarmó, se trajeron los refuerzos acordes con el poco dinero que había y fue volver a empezar. Hay una realidad: este cuerpo técnico (Pumpido, Alí y Marzo) hacen un culto del trabajo. No dejan nada librado al azar y de a poco van subiendo pibes de abajo al plantel de Primera.

Los 15 puntos y las 8 fechas sin perder podían quedar rápidamente en el olvido si las cosas salían mal otra vez en el clásico. Otra vez Colón y otra vez de visitante.

Esta vez, nada falló. El planteo, los nombres y la estrategia que eligió Nery pudieron con todo. Por eso el festejo, que algunos entendieron desmesurado. "Yo festejo porque soy el DT del equipo del cual soy hincha de toda la vida: Unión", dijo.

Anoche, cerca de las 23, eligió la soledad del departamento de su madre para liberar tanta adrenalina y tanta presión. Aunque el resultado fue 2-2, esta vez Pumpido se sintió ganador. Y la verdad que viendo la realidad de cómo se armó este equipo y cómo llegó Unión al clásico, motivos no le faltan.

Golpe bajo


Cuando comenzó la semana, Pumpido le dijo a Marzo y Alí que los vio bajoneados a los jugadores. Inmediatamente le pidió a Néstor Arias (empleado administrativo del fútbol profesional) una tarea contrarreloj: armar un video en el que los jugadores recibieran un mensaje de sus seres queridos.

Y antes de salir para el estadio, impactó con la idea. Fue una inyección anímica importante para un plantel con poca experiencia en clásicos. El golpe bajo dio sus resultados: Unión metió, corrió y jugó con todo (con uno menos durante una hora).

Lupa tatengue


CASTELLANO (8): aplicó un principio fundamental que maneja todo arquero en cancha mojada y con mucho viento: no se confió en tratar de agarrar el balón e hizo la fácil. Después, atajó un penal y resolvió a su favor dos mano a mano con Gigena. Nada que hacer en ninguno de los dos goles de Colón.

ARIEL DONNET (6): lo presionó muy bien a Gorostidi en todo el primer tiempo y lo esperó siempre bien paradito a Eros Pérez. En el complemento, por una cuestión de inferioridad numérica, estos jugadores le hicieron el 2-1.

VALLI (6): un buen partido del hombre de Recreo, de arriba y de abajo. Muy sólido el trabajo de los dos marcadores centrales. Sobrio y expeditivo.

ORTIZ (7): admitió que tocó finalmente él la pelota en el gol que le dieron a Ríos (el primero) y también reconoció que "lo perdió" a Gigena en el gol del empate, lo que para nada empaña su muy buena tarea. Fue impasable en el juego aéreo y jugó con gran personalidad en el fondo.

CARDENAS (5): estaba jugando bien, anticipándolo a Gigena en todas las pelotas. El recurso de la mano lo sacó del clásico pero, a la postre, favoreció a Unión.

MATIAS DONNET (5): fue partícipe de una pulseada equilibrada con Eros Pérez, aunque en el complemento perdió con el chileno hasta que fue reemplazado.

VERA (6): hacía un año y siete meses que no jugaba un partido oficial de Primera División. Redondeó un clásico de manera inteligente, haciendo lo que correspondía sin intentar locuras. Bien por "Cacho".

FERNANDEZ (6): algunos se preguntaban si el cordobés se iba a bancar jugar en ese puesto, ante Colón y en una cancha pesada. Metió como nunca y siempre presionó sobre la pelota cuando Colón intentaba armar juego por el centro del campo.

RIOS (6): redondeó un gran primer tiempo, ganándole el duelo a Bontemps y siendo decisivo en los dos goles por su pegada en pelota quieta. Al no estar Cárdenas, se desgastó por el carril y fue reemplazado.

SILVERA (7): de haber marcado uno de los goles, hubiera sido figura junto con Castellano. Fue fundamental en la función de "sacarle minutos" al partido, al cuidar la pelota y generar infracciones. Una gran tarde del "Flaco".

TILGER (6): un gol que tuvo en el festejo la dedicatoria a Maradona incluida. No intervino tanto en el juego en sí como Silvera pero igualmente fue importante.

MARCZUCK (5): nulo en tenencia de balón o proyecciones pero cumpliendo en el objetivo primordial: dedicarse a marcar a Bontemps y cortar el juego en ese sector donde antes estaba Ríos.

MAIER (5): debutó en Primera justo en el clásico ante Colón. Equilibró un poco el duelo que Eros Pérez le estaba ganando a Matías Donnet. Cumplió en su bautismo.

CASTILLO (-): algunos minutos sobre el final, como refresco en lugar de Tilger.

D.P.