Castellano se erigió en figura
Estaban 1 a 1, ya lo habían expulsado a Cárdenas y Delgado ejecutaba un penal para Colón. Podía ser el antes y después. Pero Castellano puso sus manos.
Hernán Castellano se convirtió ayer en la figura de Unión y del clásico, al atajar un penal que pudo haber cambiado la historia del encuentro. Colón acababa de lograr la expulsión de Cárdenas, el partido estaba 1 a 1 y Delgado se aprestaba a concretar el segundo. Pero Castellano atajó y, al poco tiempo, llegó el segundo de Unión.
El arquero también tuvo interesantes atajadas en maniobras fundamentales y poco pudo hacer en los 2 goles, cuando Delgado (de tiro libre) y Gigena (de cabeza) lo sorprendieron.
-¿Es un triunfo para Unión el empate?
-Creo que sí. Como veníamos de la semana, con dos jugadores fundamentales expulsados y con muchos chicos, es cierto... Colón hizo lo suyo para empatar, manejó mejor la pelota y lo mereció.
-¿Pensaste que Colón iba a presionar más después del empate de Gigena?
-No... Pero es cierto que cuando empataron, se calmaron un poco y no vinieron con tanta gente.
-¿Es justo el resultado?
-Sí, es justo. Ellos no habían llegado nunca antes del gol en el primer tiempo.
-¿Pediste tener viento a favor en el sorteo de campo, antes del comienzo?
-No. Incluso no habló conmigo Pumpido sobre eso. Ariel Donnet me preguntó y yo le dije que me daba igual porque no había sol.
-¿Se sintió el viento?
-Había mucho viento. No se podía jugar, realmente.
-A ustedes los favoreció, porque en el complemento se calmó.
-No te creas. En el segundo tiempo había viento, aunque no era como el del primero, de todos modos.
-Fue clave el penal teniendo en cuenta la situación...
-Era una jugada fundamental. Gracias a Dios la atajé. Enseguida hicimos el gol y nos soltamos.
El de ayer fue el penal número 13 que ataja Castellano desde que llegó a la primera división del fútbol argentino.
Volvió Vera
Luego de un año y 7 meses se produjo el regreso a primera división de Oscar Cachito Vera, quien cumplió con creces en el mediocampo.
"Terminé bien, me afectó la cancha y el tiempo. De no haber llovido y estado el césped más corto, hubiese jugado mejor. No se perdió. Y con uno menos, creo que fue meritorio. Además, si no nos distraíamos en la jugada de Gigena, ganábamos".
Preparada
Cristian Ríos comentó que la jugada del gol: "La practicamos mucho. Es una comba hacia adentro buscando el arco. Valli y Ortiz entran al primer palo tapando la visión de Leonardo Díaz y listo. Al arquero le pegó en el antebrazo y por suerte entró".
"Emotivo"
Ariel Donnet, el capitán de Unión, sostuvo que "salió muy emotivo el partido. El tiempo no ayudó para nada para que se juegue bien. Lo más importante es que seguimos en racha y sumando, con una actitud y una respuesta positivas. A Jayo y a Mazzoni los reemplazaron bien, pero igual ellos son importantes, como Magnín, y los sentimos. Más allá de los 2 goles, creo que Unión realizó un buen trabajo defensivo".
Los tatengues salieron festejando
"íDale, dale, los pibes, dale, dale, los pibes!" ; "íCastellano, Castellano!", cantaban los tatengues apenas abandonaron el estadio de Colón y fue el primer veredicto de este clásico: los de la Avenida salieron con ganas de cantar y reconociendo a sus jugadores.
Sólo estaban (a la salida) los hinchas y la policía... del barrio, nadie, al menos ahí. Seguía lloviendo, el cielo estaba oscuro y la única señal del clásico era el canto de los tatengues, la ropa empapada, la camiseta (por ese motivo) pegada al cuerpo. Fue otra imagen del clásico... pero igualmente significativa.
Delante de los hinchas, la policía hizo un cordón y con dos camionetas empezaron a marcar la retirada del barrio Centenario. La policía montada cerró la procesión tatengue (así es inexplicable cómo siguen pasando cosas).
Si la última vez que los hinchas de Unión estuvieron en la zona se juraron no volver, fallaron a la promesa: había muchos, seguramente más de 3.500, y también fueron mujeres.
Del color de la hinchada tatengue -y de la sabalera también- poco hay para resaltar, sólo la camiseta y el gorro sobrevivió a la lluvia... también quedaron algunos salvavidas del clásico anterior.
Como la hinchada visitante salió primero, después llegó el turno de encontrarnos con los sabaleros: salieron más callados. Iban analizando el partido y a sus jugadores y la tranquilidad de estar en su territorio les permitió recuperarse de la mojadura, comiéndose un choripán; pero otros eligieron caminar rapidito para casa.
En general de uno y otro lado, salieron conformes con este clásico y con lo que fue el trámite del partido.
Sólo así pudieron aguantar más de dos horas bajo la lluvia, para la cual no todos se fueron preparados, pero que igual soportaron con la ropa empapada, desde los más chicos hasta los abuelos. ¿Hay otra cosa que pueda simbolizar una pasión tan grande?.
A dos voces
Los hinchas de Unión y Colón hablaron con El Litoral, a la salida de la cancha. Algunos dejaron sus nombres, otros sólo sus opiniones, antes de ir a bañarse, cambiarse y rogar por no caer resfriados después de la "mojada" inolvidable que se pegaron.
