Area Metropolitana: AREA-04

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Chicos de Loyola en un encuentro
de informática en Buenos Aries

Una delegación de pequeños de un barrio periférico santafesino vivió una experiencia intensa y nada frecuente, participando en un encuentro intercolegial de computación en Moreno.


En una experiencia poco común, medio centenar de chicos del barrio Loyola fueron invitados por el colegio Ntra. Sra. del Luján, de Moreno (Pcia. de Buenos Aires) a participar de un encuentro de informática. Durante una semana, compartieron excursiones, paseos y momentos de integración, en lo que para los pequeños fue una experiencia plena de solidaridad, afectos y emociones que enriquecieron sus valores espirituales.

El grupo estaba formado por niños del Movimiento Los Sin Techo que asisten actualmente a los cursos de computación de ATE, y la visita fue organizada y solventada por directivos y padres del establecimiento. Un colectivo especial vino a Santa Fe para el traslado, y cada pequeño fue alojado durante su estadía en hogares de los alumnos. Luego de la muestra de informática, gozaron de excursiones a lugares típicos de Capital Federal, como la Plaza de Mayo y el aeroparque, y llegaron hasta Luján para visitar la basílica. También pasearon en catamarán y viajaron por primera vez en subte.

En el encuentro intercolegial, los pibes de Loyola difundieron el trabajo que ellos mismos denominaron "La basura y las basuritas del alma", ya que se integran en un llamado "Club de las tres R", surgido con el compromiso de reciclar, reutilizar y reducir los desechos domiciliarios y del barrio. Pero además de la basura común, los chicos se preocuparon por "las basuritas del alma", como las mentiras y peleas, los deberes no realizados y los pequeños robos. En su propuesta, los chicos de Loyola plantearon la necesidad de trabajo para sus familias, no ser discriminados y tener posibilidades de jugar y andar por el barrio sin miedo, como una forma de eliminar las "basuras grandes" de su comunidad.

Impresiones

A coro, los chicos describieron sus impresiones más fuertes. "A mí me gustó comer shushi, pero lo comí con tenedor", dice uno, en tanto que otros comentan "a mí me quisieron hacer comer pulpo pero no quise", o "yo vi el monumento al hijo del presidente", refiriéndose a Carlitos Menem, o "lo más lindo fue Tierra Santa", "me llevaron al shopping" y "vimos el mar", consigna alguien refiriéndose al Río de la Plata.

Marta Bertone se encuentra a cargo de los cursos de ATE y acompañó a la delegación. "Los chicos exhibieron una gran seguridad en todo, respondieron a las preguntas que les hacían, y en ningún momento se sintieron menos, lo que es muy importante para ellos", dice. "Su comportamiento fue ejemplar, por ejemplo, en las casas donde se alojaron todos usaron las computadores. Este viaje fue una experiencia muy fuerte, creo que los marcará mucho. Por nuestra parte, lo utilizaremos como motivación para trabajar en el conocimiento de cada uno de los lugares que visitaron y para el uso mismo de la computadora".

También viajaron dos mujeres dirigentes de Los Sin Techo: María Rosa y Mónica. "La experiencia nos servirá para trabajar con otros chicos del barrio", comentan. "Estamos orgullosas de haber cumplido con el compromiso de cuidar al grupo, ya que durante una semana fuimos como las madres de todos. Los niños marginados, cuando se les ofrece la oportunidad, pueden demostrar sus posibilidades, y nunca olvidaremos el momento en que cantaron el Himno de la Alegría en la inauguración".

El viaje los acercó más al país, aunque tal vez fue más importante que personas desconocidas abrieran las puertas de su casa a los chicos como si fueran los suyos, demostrando que la solidaridad es posible.