Un grupo de cuatro operarios de la EPE que trabajaban en el lugar de la catástrofe salvaron sus vidas cuando el vehículo en que se trasladaban resultó arrastrado por el desborde de las aguas.

La afortunada presencia de un vecino, que desde un lugar seguro les arrojó una cuerda, logró evitar que sean presa de la furia del agua.

Además, la EPE informó que quedaron bajo agua equipos y unidades móviles, incluso un Unimog, un vehículo especial preparado para trabajar en terrenos muy difíciles.

Hoy, el área afectada de la ciudad permanecía sin energía eléctrica y un importante número de electricistas y agentes de la EPE se abocaban a la tarea de restituir el servicio. Debido a los graves inconvenientes que afectaban al sistema del área -que se encontraba literalmente inutilizado- se hizo presente el titular de la empresa, Antonio Caro.