Señores directores: Desde que comenzaron a funcionar las AFJP me había abrumado el escepticismo, por llamarlo de alguna manera, puesto que estaba convencida de que la opción no podía ser otra que quedar en el Sistema de Reparto, ya que éste nos garantizaba, una vez cumplidos los requisitos impuestos por las leyes previsionales, nuestros beneficios ya sean de jubilación o pensión según los casos. Mi esposo, ahora fallecido, aportó al sistema estatal más de 32 años ininterrumpidos y al cerrar la fuente de trabajo (empresa de ferrocarril) tuvo que desempeñarse en otra actividad laboral que lo llevó a ingresar como aportante a una AFJP sin proponérselo. De ahí en más pensé que mi futuro se tornaría incierto, puesto que el descreimiento fue haciendo presa de mí y que me iba a resultar imposible obtener mi pensión.

Debo confesar que estaba equivocada, ya que al apersonarme a la AFJP Máxima SA de la ciudad de Santa Fe, a la cual estaba adherido mi esposo, las empleadas se hicieron cargo de mi problema bastante complejo y actuaron con la mayor celeridad, idoneidad, sentido común y con un trato sumamente cordial, que me permitió sentirme amparada y tener la esperanza de poder acceder a mi pensión. Hoy en día puedo decir, con gran satisfacción, que ellas han logrado que se me proporcionara, en primer lugar, una sobra social, y además un adelanto mensual de mi futura pensión.

Por este motivo, quiero agradecer infinitamente al personal de Máxima SA AFJP, por su destacada intervención en mi problema, y sería injusta si no mencionara los nombres de quienes me atendieron con tanta premura, capacidad y calidez humana. Ellas son: Gisela Marelli, Denise Carolina Salmeron (informadoras externas) y la Dra. Alejandra Méndez, abogada. Celia Ernesta Valli. LC: 4.639.331. Laguna Paiva.

Señores directores: Días pasados visité la sala de exposiciones pictóricas de nuestra ciudad Sor Clucellas, situada en la peatonal. La magnífica y amplia sala tenía en exposición, o tiene aún, una serie de cuadros, que representan, con todo dramatismo, momentos aberrantes, demoníacos, satánicos, que soportó nuestra sociedad.

La composición pictórica de cada una de las obras muestra escenas de hechos desgarradores, de una crueldad incalificable. Las obras descubren rostros ensangrentados, cuerpos sádicamente torturados, rostros con los ojos desorbitados de víctimas y el rictus de crueldad en los victimarios.

El artista muestra en el manejo de los colores todo su talento dramático, y en la composición escenográfica el grito de rabia que ahogó. Como lo ahoga el visitante que las ve.

íImpresiona la última de las obras! Están los tres ex comandantes. En la parte superior de la obra, en el nivel inferior está la escena de una parturienta dando a luz, rodeada de rostros deformes y manos ensangrentadas.

El jueves 2 de julio de 1998, El Litoral publicó una carta de lector, titulada "Tres retratos", en la que se alude a estos personajes: siniestros personajes.

Estas obras deberían ser vistas en todos los establecimientos educacionales de nuestra ciudad y la provincia. Juan Luis Peña. Ciudad.