Al menos cuatro malvivientes protagonizaron ayer un violento asalto en una entidad financiera de la zona norte, donde tras alzarse con algo de dinero se trenzaron a tiros con la policía para cubrir su retirada. Sólo por los designios de la suerte, en el incidente no hubo que lamentar personas heridas.

El grave suceso tuvo lugar en el local de Confina, ubicado en la avenida Aristóbulo del Valle al 6000 donde, minutos después de las 16, irrumpieron dos sujetos armados.

La estrategia de los delincuentes para dar el golpe quedó en evidencia al instante, dado que actuaron de manera rápida y decidida. Mientras uno de los rufianes encañonó a una de las cajeras, el otro hizo lo propio con el resto de los empleados para "mantenerlos a raya".

Así fue como en cuestión de segundos, una suma cercana a los mil pesos pasó a formar parte del botín de los ladrones, quedando cumplir con el segundo paso del plan, esto es, escapar del comercio.

Ya en la vía pública los cacos emprendieron rumbo hacia la calle Rivadavia, pero fue en esta circunstancia que un policía, que se encontraba realizando tareas de adicional, advirtió que algo fuera de lo normal estaba sucediendo.

Antes de que el uniformado alcanzara a dar la voz de alto, los malvivientes abrieron fuego, lo que obligó al agente a parapetarse detrás de una casa para después también él disparar contra los individuos.

Un segundo policía apareció en la escena para ayudar a su compañero, pero ya para esta altura los delincuentes habían alcanzado un automóvil -se dice que es un Fiat Uno, color blanco, con vidrios polarizados- donde los esperaban otros dos hombres, con quienes emprendieron la fuga.

Según se cree uno de los rufianes habría sido impactado por una bala policial aunque esta versión no pudo ser confirmada, ya que el cuarteto logró escapar del lugar.

Por suerte, del tiroteo en medio de la calle no hubo que lamentar víctimas inocentes, aunque el terror y la angustia provocadas por el hecho dejaron su huella en muchos.

Este fue el caso de varias empleadas de la firma que necesitaron de la atención profesional, para superar una crisis de nervios.