El gobierno santafesino se ha propuesto licitar este año la transformación de la ruta provincial N° 5, hoy de tierra y con una deficiente señalización, en un camino pavimentado que serviría para mejorar las comunicaciones con el corredor vial principal para centro oeste santafesino: la ruta 70.

El proyecto beneficiará directamente a las ciudades de Esperanza y Rafaela, naturales usuarias de la obra a ejecutar, para acceder de modo más directo a la autopista, pero también lo hará con Santa Fe y Santo Tomé que hoy soportan un considerable tránsito de paso que entorpece la ya complicada circulación urbana interna.

Parte del tránsito diario que hoy soporta la saturada avenida Blas Parera (y la ruta 11 en su sector urbano) tienen directa relación con la falta de esta obra de pavimentación con la ruta 5. En especial, respecto del tránsito pesado que proviene de una importante zona económica: el centro oeste santafesino. (Ver aparte datos sobre tránsito).

La iniciativa fue presentada en la Cámara de Senadores por los representantes de los dos departamentos que son directos beneficiarios: Julio Gutiérrez (La Capital) y Carlos Fascendini (Las Colonias) y tuvo una adecuada recepción en el Estado provincial.

Además de los dos legisladores provinciales, con la idea de llevar a cabo el emprendimiento colaboraron otros municipios beneficiarios como los de Santo Tomé, Santa Fe y la comuna de Empalme San Carlos.

El ministro de Hacienda y Obras Públicas, Juan Mercier, ha dado instrucciones a la Dirección Provincial de Vialidad para que terminen los últimos detalles técnicos del proyecto ejecutivo con el fin de obtener la necesaria financiación.

Hoy la ruta 5 nace en Empalme San Carlos y concluye en la autopista Santa Fe-Rosario. La nueva traza propuesta desvía los últimos cuatro kilómetros de la ruta, usando caminos existentes -por lo que no se necesita hacer expropiaciones- para aprovechar un distribuidor de tránsito, que sirve para acceder a la zona de countries, cerca del complejo La Tatenguita.

La idea de completar mediante un camino asfaltado la ruta oeste-este de la provincia con la autopista norte-sur no es nueva, y durante la gestión gubernamental anterior en la provincia comenzaron a darse los primeros pasos para la realización del proyecto ejecutivo.

Se estima que el costo global del proyecto es de unos 3,6 millones, e implica la pavimentación de 12 kilómetros con 157 metros, según el proyecto ejecutivo que concluye la DPV.

Para costear el emprendimiento, la provincia recurrirá a un remanente de un crédito ya acordado con el Estado de Kuwait, en el que están disponibles aún 1,4 millones con lo que se podría cubrir una parte importante de la obra, de aproximadamente el 40%. El resto, se haría con fondos propios de la provincia, ya que forma parte del presupuesto para obras públicas aprobado para todo el año 2001.

De acuerdo con las previsiones de los proyectistas la obra demandará unos 8 meses de plazo.

Hasta que no se defina la habilitación de los fondos del gobierno kuwaití para la provincia, no se producirá el necesario llamado a licitación pública, pero todas las fuentes oficiales consultadas por este medio coinciden en señalar que está tomada la decisión política de ejecutar el proyecto.

El camino a pavimentar implicará en los hechos otorgar además de una solución vial a la comunicación con el centro oeste provincial, un perfil más regional al aeropuerto de Sauce Viejo.

Son conocidas y comprensibles las quejas de los usuarios de las ciudades de Rafaela y Esperanza que deben internarse en el complicado tránsito de nuestra ciudad para llegar al aeropuerto.

Con la modernización de la ruta 5 esos usuarios tendrán una vía alternativa que tendrá sus efectos de alivio para la avenida Blas Parera, hoy de tránsito muy complicado, y en parte sobre la nueva circunvalación oeste. También las avenidas principales de Santo Tomé, sentirán los efectos en sus volúmenes de circulación cuando se concrete el proyecto.

El subdirector de Vialidad Provincial, ingeniero Marcelo David, brindó algunas precisiones sobre el volumen de tránsito que con la obra de pavimentación podría alcanzar la ruta provincial N° 5.

Subrayó que la ruta N° 70 tiene una tasa diaria estimada en unos 4.000 vehículos, de los que aproximadamente un 25% deriva hacia la ruta 11, para luego por la avenida Blas Parera ingresar a Santa Fe con la intención de llegar hasta la autopista, la zona de Santo Tomé o el aeropuerto.

Si bien el funcionario aclaró que en estos casos es siempre mejor no arriesgar números definitivos, explicó que en una estimación conservadora habría un tránsito medio diario de unos 1.000 vehículos en la ruta 5, una vez que se complete la obra de pavimentación.

David advirtió que esa cifra surge de una extrapolación de datos, y que la experiencia demuestra que hasta que no se hace en la práctica la obra no pueden medirse sus efectos, salvo que se realicen censos de origen y destino, muy complejos.

Ante otra consulta, dijo que para la DPV, el tramo a pavimentar es considerado una primera etapa de la ruta 5, y que se espera que en el futuro sea posible su unión con la ruta nacional N° 19 (a Córdoba), para perfeccionar la comunicación vial de ese sector.

Esta segunda etapa, sin embargo, contiene otras complejidades por la existencia de un contrato de concesión sobre la autopista Santa Fe-Rosario y la necesidad de hacer expropiaciones para su traza.