Calor de hogar para crecer
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Tiene 7 años, padece una ceguera bilateral irreversible y retraso en su desarrollo. Necesita una familia para continuar evolucionando.
En septiembre de 1998, María Guadalupe ingresó al Centro de Estimulación Temprana -ubicado en Alte. Brown 7398-, derivada por el Juzgado de Menores. Tenía 5 años y estaba en condiciones lamentables: desnutrida, se mantenía en posición fetal, signos indudables de la situación de abandono que padecía. Poco a poco, comenzó a crecer. En menos de dos años ya puede desplazarse, circular y hasta logró treparse a la cama, pese a su ceguera bilateral irreversible y su debilidad mental.
En la institución la alzan, come y tiene programados sus días destinados a ejercicios de estimulación. Sin embargo, precisa una atención más personalizada, que sólo le podría brindar una familia.
"Primordialmente, necesita una familia que le brinde la contención y el afecto imprescindibles para su mejor crecimiento y evolución. Si en dos años en esta institución tuvo grandes progresos, si de esa posición fetal logró desplazarse, circular y treparse a la cuna, con otro tipo de contención pensamos que es una nena con muchas posibilidades", señaló Susana Preti, directora del Centro de Estimulación Temprana.
El pedido se dio a conocer hace tiempo. Pero sólo tres personas se animaron a levantar el teléfono, con el fin de consultar acerca de una posible adopción. Después, nadie se acercó para conocer a la pequeña.
La familia que desee brindarle afecto y atención no se la llevaría de un día para otro, aclaró Preti. "Primero se le informará acerca de las particularidades de María Guadalupe; y en función de las características de la familia adoptante, la chiquita atravesaría por un período de adaptación", explicó.
El estado de salud de la pequeña es bueno, su alimentación no requiere cuidados especiales y su vacunación es completa, informaron desde la institución, en tanto subrayaron la necesidad de "amor y comprensión para ser feliz".
Aquellas familias que se planteen la posibilidad de su crianza deberán presentarse al Centro de Estimulación Temprana o solicitar una entrevista llamando al teléfono 4578931.
Cuando se da la oportunidad
El testimonio que transcribimos trasluce el cambio de vida de una familia que adoptó una pequeña en similares condiciones.
Cuando llegó era chiquita. De edad y de cuerpo: sólo dos meses y dos kilos de peso. Presentaba un cuadro de raquitismo y su historia clínica hablaba de un derrame cerebral sufrido al nacer.
Recién cuando cumplió seis meses una oftalmóloga nos dio la noticia de que padecía una retinopatía irreversible: sería ciega toda su vida. Entre la inexperiencia y el desasosiego, surgieron en la familia las ganas de adoptarla, de acompañarla en su crecimiento.
Hoy, la nena tiene casi tres años y cada día nos enseña a no reprocharle a la vida su imposibilidad de ver, porque su capacidad de no ser diferente a los demás chicos de su edad se desarrolla en forma normal, sorprendentemente. Con buena estimulación y mucho amor se pueden hacer cosas grandes por estos nenes, éstos que nunca supieron de ese sentido, que jamás lo tuvieron.
Cada gota de nuestro tiempo vale mucho más cuando es retribuida con un beso lleno de chupetín de frutilla, una canción -difícil hasta para nosotros- aprendida en algunos minutos o, cuando son bebés, que nos reconozcan -por los pasos, el perfume o lo que sea- ni bien atravesamos la puerta de casa.
Sí, mucha gente dice "qué obra hacen ustedes" y es porque realmente no saben lo que ella hizo con nosotros, la forma en que nos cambió la vida esa personita que lo llena todo, que lo aprende todo, que nos enseña a amar cada una de sus travesuras. Los agradecidos somos nosotros.
