Kasparov, simpático y sonriente, declaró que sus problemas con el español Alexei Shirov son un problema de éste, porque "cuando te han llamado truhán y tramposo, el que tiene que pedir disculpas es él. Es la primera vez que me ocurre esto, de no dar la mano a un contrario antes de empezar la partida".

Sobre si es posible que negocie con la Federación Internacional de Ajedrez (Fide) respondió que no iba a hablar con quien está al frente de dicho organismo, porque "no me convence la forma de organización de la Fide".

Kasparov manifestó que lo de la corona era algo abstracto, "casi me sentí aliviado cuando perdí con Vladimir Kramnik en Londres. Yo no estoy para solucionar los problemas en el mundo del ajedrez. Yo no soy el mundo del ajedrez. Los responsables de lo que pasa son los Grandes Maestros, los organizadores y los periodistas".

El número uno del mundo opinó que el ajedrez no tiene por qué estar incluido en los Juegos Olímpicos. "El ajedrez -añadió- es el que tiene la tradición más antigua de todos los juegos y no veo las razones de que se incluya en los Juegos".

Kasparov comentó que su madre, Clara Kasparova, que estaba presente, es la principal responsable de su triunfo en Linares. "Ella ha contribuido a mi tranquilidad y me ha apoyado mucho", afirmó.

Karpov también criticó a la Fide que "habla mucho, pero luego hace poco. Yo estoy en contra de que se juegue la final a seis partidas. Tenía que ser a 14 ó 18. Se necesita cambiar la Fide, no está bien organizada, ni preparada y no hay posibilidad de que mejoren las cosas con ella".

El ex campeón del mundo confesó que su bajón en la clasificación mundial es un problema de la edad (va a cumplir 50 años), pero también de otras cosas.

"Me dedico a otras actividades y ahora mismo estoy preparando dos programas importantes que ya conoceréis. De todas formas hay jugadores, como Víctor Korchnoi, que tienen 70 años y están jugando bien", indicó.

Sobre Kasparov afirmó que ha sacado fuerzas de flaqueza después de su derrota con Kramnik, y añadió con una larga sonrisa que "Kasparov es una pesadilla para los otros jugadores. "¿Qué más se puede decir de él?"

El español Alexei Shirov, que fue el único que no quiso que actuara un traductor de inglés, se manifestó muy desilusionado por su actuación en el torneo: "Pensaba luchar por el primer puesto y estoy disgustado pero podría haber sido peor".

Sobre sus problemas con Kasparov afirmó que "él me acusó de algo que yo no había hecho. Yo nunca dije públicamente que había "amañado' su encuentro con Kramnik".

Sin embargo, reconoció que Kasparov era el mejor jugador de ajedrez aunque no era una gran persona, y añadió que, en 1994, éste insultó directamente a su padre y aún no se había retractado.

Sobre la pregunta de por qué no vive en España confesó que hace dos años tomó la decisión de no continuar viviendo en Tarragona por una serie de problemas personales.

Reconoció, sin embargo, que está pensando en volver, pero por ahora se encuentra bien en su país natal (Letonia).

Por último, la húngara Judit Polgar, que desde hace un año ha recuperado el buen juego que la hizo codearse con la elite masculina, afirmó que la vida sentimental (se casó el año pasado) no influye en el juego.

Sobre sus dos tablas con Kasparov manifestó que antes de llegar a Linares, lo que más temía eran esas dos partidas y comentó sobre ellas que habían sido dos encuentros de poder a poder y que esperaba ganarle en un próximo futuro.

También criticó a la Fide con las mismas palabras que sus compañeros. "Habla mucho y hace poco", pero no quiso pronunciarse sobre el juicio que su hermana Szuszsa tiene con dicho organismo.

Polgar dijo que ha adquirido madurez y experiencia, y que los límites de un ajedrecista están en la cabeza de cada uno. "El objetivo no es sólo mejorar mi juego, también estabilizarlo. Creo que pronto estará entre los diez primeros", explicó a los periodistas.