El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, criticó duramente la forma en que se distribuye el gasto social en el país, porque hay "un uso político" de la asistencia, y eso es "una vergüenza".

"Hay clientelismo político, hay uso político del gasto social, y en un país que tiene 10 millones de marginados, 3 millones de pobres y una cantidad de indigentes tan grande, es una vergüenza", sostuvo el funcionario.

Colombo, además, puntualizó los gastos intermedios que rodean a la asistencia social y señaló que "hay una gran diferencia" entre el dinero dispuesto y lo que la gente recibe, aunque confió en que se corregirá con la llegada de Marcos Makón al ministerio de Desarrollo Social.

"La Argentina gasta, si incluimos las pensiones graciables y el Fonavi, 3.600 millones de dólares en gastos sociales. Si sumamos el que hacen las provincias, este gasto llega a 5.000 millones de dólares", señaló.

Y agregó: "Cuando uno analiza lo que se gasta y lo que recibe la gente, hay una gran diferencia. La diferencia es la burocracia, son los gastos que se originan en efectuar o ejecutar estos gastos, en la diversificación de los tipos de programas que se desarrollan, en la cantidad de asesores que hay detrás de cada uno de estos programas".

"En la Jefatura de Gabinete estimamos en 60 millones por año el gasto en consultores del gasto social", advirtió Colombo.

or otro lado, Colombo pidió "no confundir la solvencia fiscal con el ajuste", tras el nombramiento de Ricardo López Murphy al frente del Ministerio de Economía.

El funcionario advirtió que "el ciclo de Machinea ya se había terminado", al tiempo que destacó que la asunción de López Murphy fue "un paso adelante".

Con respecto a un eventual ingreso de Domingo Cavallo al Banco Central, en reemplazo del actual presidente, Pedro Pou, Colombo aseguró que "los argentinos tenemos que atenernos a la legalidad y debemos respetar las instituciones".

"Cavallo es un político en la Argentina y me parece que cualquier inclusión como técnico en el gobierno debe estar precedida por el marco de legalidad que debe darse. Yo no creo que Cavallo deba entrar por la ventana", dijo Colombo.

En tanto, y con respecto al control del gasto, el jefe de Gabinete dijo que "no debemos confundir la solvencia fiscal con el ajuste; si pensamos que es disminución de salarios, aumento de impuestos o más desocupación en el sector público, estamos equivocados".

El funcionario prefirió anudar la solvencia fiscal con "normalizar y destruir los privilegios", entre los que nombró "la evasión, el contrabando, el invertir para talentos en educación que se van a trabajar afuera, el trabajo en negro y las exenciones impositivas".

Colombo señaló que "la destrucción de los privilegios permitirá resolver el déficit interno y externo", y resaltó que "ningún fundamentalismo -en materia económica- solucionará" esos conflictos, "ni el fundamentalismo que cree que todo lo soluciona el mercado, ni los discursos demagógicos de cosas que no se van a conseguir" permitirá resolver la "depresión" de la economía, enfatizó.

Con respecto a la gestión de Machinea, el jefe de Gabinete dijo que "se hicieron muchas cosas por la economía argentina, pero de alguna manera el ex ministro nunca logró generar una expectativa favorable de que se iba a formar una cosa consistente a largo plazo".

En cambio, el funcionario calificó a López Murphy como "alguien que puede generarnos una expectativa de que cumplirá lo que dice que va a hacer", y resaltó que "formó un equipo consistente".

El líder del Frepaso, Carlos Chacho Alvarez, ya conoce las nuevas medidas económicas que impulsará en las próximas horas el ministro Ricardo López Murphy y se comprometió a no poner palos en la rueda en el Congreso para la aprobación de esas iniciativas.

Así fue lo acordado entre los frepasistas y los altos funcionarios del gobierno, según revelaron a la agencia de noticias DyN fuentes oficiales.

En los últimos días, la relación entre el gobierno y el Frepaso había entrado en una situación tan delicada como la que produjo en octubre pasado la renuncia de Alvarez a la vicepresidencia.

La demora presidencial en aceptar a Mitre como el hombre elegido por Alvarez para ocupar la Secretaría General de la Presidencia y, sobre todo la falta de información sobre las nuevas medidas económicas, habían generado en las huestes frentistas un alto nivel de inquietud.

Alvarez se vio obligado entonces, no sólo a pedir precisiones sobre los planes de López Murphy, sino a redoblar su apuesta para sostener a la Alianza en vigencia.

Se pusieron condiciones de ambos lados: la salida de Fernández Meijide y el apoyo al nuevo programa económico por parte del gobierno. Retener la cartera de Desarrollo Social y la vicejefatura de Gabinete, y colocar a uno de los suyos en la Secretaría General de la Presidencia, por parte del Frepaso.