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Descubrieron una hormona que atenúa el apetito

El trabajo fue realizado por investigadores argentinos y norteamericanos. La droga que se elabore permitirá generar la sensación de saciedad en obesos.


Un grupo de científicos argentinos, encabezado por el doctor Marcelo Rubinstein, un químico de 39 años e investigador del Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular (Ingebi, dependiente del Conicet), descubrió una sustancia distinta de las conocidas hasta ahora para adelgazar.

El hallazgo consiste en la sustancia Alfa MSH, que liberan algunas neuronas activadas por la leptina. La leptina es una hormona que, según se sabe desde 1994, genera saciedad o disminución del deseo de comer. Pero la mayoría de los obesos tiene más leptina que aquellos que tienen un peso normal. Entonces, se produce un fenómeno llamado de resistencia a la leptina; es decir, hay un exceso de hormona, pero el organismo no puede utilizarla. Aunque se administre leptina a un obeso, no se produce la sensación de saciedad.

"Hasta ahora -explica Rubinstein- se sabía que la leptina llegaba al cerebro y generaba una información para que se deje de comer porque ya se habían completado los depósitos energéticos. Pero se desconocía de qué modo y con qué neuronas se comunicaba al ingresar en el cerebro. Nosotros descubrimos que se comunica activando eléctricamente un determinado tipo de neuronas que liberan una sustancia que produce la sensación de saciedad".

El experimento se realizó en colaboración con el neuroendocrinólogo norteamericano Malcom Low. El equipo argentino aportó la hipótesis de trabajo y generó el modelo animal; mientras que el grupo norteamericano realizó los experimentos en electrofisiología. Los resultados de la investigación son publicados hoy en la revista Nature.

Peso a peso


En diálogo con El Litoral, el científico narró la experiencia realizada. "El estudio se realizó con ratones genéticamente modificados. Logramos marcar neuronas en el cerebro, que reflejan un color verde. Pusimos cortes de cerebro de estos ratones en el microscopio; y esto nos dio la posibilidad de estudiar estas neuronas discriminadamente", explicó.

Si bien el científico sostiene que "a partir de este aporte, sería posible diseñar medicamentos que generen sensación de saciedad también a los obesos, entre quienes el exceso de leptina impide que la hormona realice su efecto natural"; también admite que "el experimento fue en ratones y hay mucho por recorrer aún".

"Falta ver qué pasa con los humanos, aunque ya hay todo un mercado farmacológico a la expectativa, para tratar de captar el gigante mercado de personas que requerirían este tipo de medicamentos" estimó. En este sentido, vale recordar que la obesidad fue declarada como epidemia en países como Estados Unidos, Alemania e Inglaterra. En el caso de Argentina, si bien las estadísticas no están actualizadas, se sabe que hay un aumento creciente de este problema en la población. "Esto tiene que ver con la modificación de las conductas socioculturales, con las distintas actividades que realizamos. Hoy en día, cada vez comemos más y nos movemos menos", subrayó el investigador.

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Rubinstein señala que, así como sería muy útil disponer de un fármaco para tratar el problema del hambre incrementado de los obesos, también sería importante aumentar el deseo de comer en aquellos que sufren falta de apetito, como en los casos de enfermedades graves.

Por otra parte, aclara que "no será una droga mágica que nos haga adelgazar independientemente de la ingesta. Lo que permitiría es disminuir la necesidad de comer. Así, bajarían las calorías consumidas y el peso corporal". La droga se materializaría a través de la ingesta oral.

Este medicamento también permitiría que aquellas personas obesas que bajan de peso, puedan luego mantenerse sin dificultades. Es decir, que desaparezca el llamado efecto rebote, que hace muy difícil conservar el peso ideal. "Si disponemos de un fármaco que mantiene alto el estímulo de saciedad no hará falta comer, aunque disminuya la leptina como resultado de la disminución de peso", asegura el investigador.

A la espera


"Falta ver qué pasa con los humanos, aunque ya hay todo un mercado farmacológico a la expectativa, para tratar de captar el gigante mercado de personas que requerirían este tipo de medicamentos" estimó Rubinstein.

En este sentido, vale recordar que la obesidad fue declarada como epidemia en países como Estados Unidos, Alemania e Inglaterra. En el caso de Argentina, si bien las estadísticas no están actualizadas, se sabe que hay un aumento creciente de este problema en la población.

"Esto tiene que ver con la modificación de las conductas socioculturales, con las distintas actividades que realizamos. Hoy en día, cada vez comemos más y nos movemos menos", estimó.