El ministro de Economía de la nación, Domingo Cavallo, anunció ayer que "el gobierno devolverá impuestos indirectos que paguen los sectores productivos que atraviesen situaciones de emergencia por problemas climáticos o de precios internacionales" al poner en marcha este criterio con el plan de competitividad para el sector arrocero.

De esta forma todos los impuestos indirectos, básicamente el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) les serán devueltos a los productores que "atraviesen situaciones de emergencia", aseguró el titular del Palacio de Hacienda.

La devolución de impuestos se producirá cuando por factores climáticos o de cambios bruscos en los precios internacionales los sectores productivos no tengan ganancias.

A través del convenio de competitividad firmado en la víspera, los productores del sector arrocero podrán descontar aportes patronales del IVA y quedarán eximidos del pago de los tributos al endeudamiento empresario y a la ganancia mínima presunta.

Además de Cavallo, participaron del acto los ministros de Trabajo, Patricia Bullrich, y de Interior, Ramón Mestre; el gobernador de nuestra provincia, Carlos Reutemann, el administrador federal de Ingresos Públicos, Héctor Rodríguez y el ministro de la Producción, Miguel Angel Paulón.

El acuerdo de competitividad también fue firmado por representantes de los gobiernos provinciales del Chaco, Entre Ríos, Corrientes y Formosa.

Por el sector privado estuvieron las asociaciones de Plantadores de Arroz de Entre Ríos, Correntina de Plantadores de Arroz, de Plantadores de Arroz del Chaco; las cámaras de Industriales Arroceros de Entre Ríos y de Industriales del Arroz del Litoral Argentino y la Federación de Cooperativas Arroceras Argentinas.

Uno de los puntos centrales del convenio es que "los productores de arroz recibirán del gobierno la devolución de saldos de IVA, de libre disponibilidad y técnicos, y del impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) contenido en el precio del gasoil utilizado de manera directa para el bombeo de agua de riego de la actividad arrocera".

"Por primera vez se pone en marcha el mecanismo que en el futuro permitirá resolver, o por lo menos atenuar, las situaciones de emergencia que se deriven tanto de problemas climáticos como de precios internacionales", insistió Cavallo.

Al ampliar sus declaraciones sostuvo que "todos los impuestos indirectos que hayan sido pagados como anticipo del valor que se agrega les será devuelto a los productores, por la razón sencilla que ya sea el factor climático o la baja de los precios internacionales hizo que en la práctica no se agregara valor, que hubiera pérdidas en lugar de ganancias y no se alcanzaran a cubrir los costos", indicó.

Mientras que Bullrich remarcó la importancia de que el sector blanquee a sus trabajadores y en este sentido será vital que "los aportes patronales se puedan descontar del IVA".

La titular de Trabajo explicó el tratamiento que tendrán las cooperativas para que "no escondan, como si fueran socios, a los empleados que tienen en negro", advirtió.

"Nosotros queremos que los socios sean socios y no trabajadores. Los socios tendrán que recibir en sus cuentas, a través de la correspondiente bancarización, las utilidades y si no lo hacen serán considerados empleados", explicó Patricia Bullrich (Télam).

Durante la campaña 2000/2001, en nuestra provincia 12 productores cultivaron 8.200 hectáreas de arroz localizadas en los departamentos San Javier (70 %), Garay (24 %) y La Capital (4%).

El área sembrada fue un 50 % inferior a la campaña pasada, de 16.400 ha, obteniéndose una producción de 37 mil toneladas de arroz cáscara (50 % de tipo largo fino y 50 % de tipo largo ancho).

En los 60 años que se cultiva el arroz en suelo santafesino, la mayor superficie se registró en la campaña 1998/99 con 19.200 ha y 42 productores.

Casi la totalidad de la producción del cultivo se industrializa en plantas de procesadoras situadas en la zona de producción.

Con respecto a las perspectivas para la campaña 2001/2002, se estima que el área cultivada será similar o levemente superior a la de la última campaña; pues si bien es cierto que las recientes medidas gravitarán en la disminución de los costos de producción, se tropezaría con el inconveniente de una demanda restringida del producto terminado.