A raíz de comentarios periodísticos relativos a gastos en bebidas, compras varias y agasajos -inclusive citando que había partidas para ello- por parte del Ing. Marcelo Muniagurria, El Litoral dialogó con el vicegobernador, quien dijo "desconocer puntualmente" la versión y se negó a contestar un anónimo que circula en nuestro medio.

El funcionario calificó la situación generada "más como una campaña de desprestigio que como una contribución a racionalizar los gastos, pues nadie se acercó con los documentos en la mano para clarificarla". Cabe señalar que los comentarios aludían, por ejemplo, a la compra de accesorios de vestimenta (gemelos), entre otras adquisiciones.

Muniagurria admitió que el cargo de vicegobernador dispone de una partida mensual de 9.000 pesos para gastos de funcionamiento y otros 4.000 para erogaciones protocolares; cifra esta última que también es percibida por los 19 senadores, todos los cuales son controlados por el Tribunal de Cuentas.

Citó, en ese contexto de erogaciones, "la atención de personalidades que nos visitan; el desarrollo de proyectos que impulsamos como el biodiesel; publicaciones e incluso pago de agasajos, que son frecuentes en el Senado, y hasta la compra de obsequios para aniversarios, festivales o actividades en las cuales el Senado participa como invitado. Lo que sí puedo afirmar con tranquilidad es que nunca hemos comprado algo para ser usado en provecho propio".

-Pero usted admite, entonces, que se han efectuado compras de bebidas, ropas y hasta algún objeto personal.

-Los fondos se utilizan para las necesidades protocolares del Senado y si tenemos que comprar para testimoniar nuestra presencia, nuestro apoyo y hasta un aporte económico, los sacamos de esos fondos que, le reitero son auditados por el Tribunal de Cuentas. Además, en cada boleta se acompaña la resolución y el motivo de la compra, de manera que todo se gasta con transparencia y detallando el destino.

-¿Estima que hay algo detrás de estas denuncias?

-Mire es sintomático que cuando estamos atacando desde el Senado, el mayor recorte de gastos de que se tenga memoria, se utilice la metodología del anónimo para desprestigiarnos, con cuestiones que han sido de gasto tradicional en el funcionamiento de la segunda institución de esta provincia.

Debo reconocer, con una mano en el corazón, que no conozco el origen de estas versiones ni el tenor de los documentos que se han entregado anónimamente a algunos periodistas pero, reitero, que en ningún caso se ha gastado algo para uso personal sino en cuestiones de carácter institucional.

Además debo aclarar que esa partida de 9.000 pesos no ha sido consumida en su totalidad y por primera vez en muchos años, hemos procedido a devolver mensualmente la parte que no se ha utilizado, todo lo cual está a disposición de quien tenga interés en conocerlo.