Política: POLI-03

"Se violó la letra y el espíritu"

Usandizaga dijo que la UCR proponía un tope de 3 sublemas por partido. Admite que se buscaba evitar el internismo. Hoy reconoce que fue un error.


Horacio Usandizaga es protagonista central en la historia del controvertido régimen electoral vigente en Santa Fe. Apoyó la Ley de Lemas, que se aplicó por primera vez en 1991. Ese año, el líder radical fue el candidato a gobernador más votado, pero Reutemann se quedó con el triunfo al sumar los votos de Caimmi, Iturraspe, Sortino y Vallejos.

Usandizaga explicó que "en 1990, los partidos políticos mayoritarios de nuestra provincia estaban dominados por el internismo que desvirtuaba cada una de sus actividades. Estos conflictos internos se deben generalmente más a aspiraciones personales de quienes pretenden ser candidatos que a divergencias programáticas.

"En ese contexto -recordó- con el fin de mejorar el funcionamiento de los partidos, apoyamos a título de prueba un proyecto legislativo, presentado por el diputado Malaponte, por el cual se establecía como sistema electoral el conocido como `Ley de Lemas'. El mismo objetivo y la misma solución se habían planteado en la República Oriental del Uruguay, con éxito inicial, y ese fue el antecedente inmediato de la iniciativa que apoyamos entonces".

"Seria desnaturalización".


El senador santafesino resaltó que "nuestro proyecto contaba con dos características centrales: la primera, que cada partido o lema podía presentarse a elecciones generales con no más de tres sublemas. La segunda, más relevante todavía, que cada afiliado a un partido podía dar su aval a sólo un sublema".

Sin embargo, sostuvo que "ninguna de estas dos características centrales del proyecto quedaron plasmadas en el sistema que finalmente se instrumentó. La Legislatura sancionó una ley que dejaba indeterminado el número de sublemas, aunque era exigente en la presentación de sus avales. Pero el Poder Ejecutivo, a través de su reglamentación y la instrumentación posterior, cambió su criterio: cada afiliado podía avalar todos los sublemas que quisiera, con lo que su número se multiplicó enormemente, violándose el espíritu y letra de la ley".

Expuso Usandizaga que "el resultado de esa ley, desvirtuada en sus aspectos principales por su posterior aplicación, causó rechazo en la ciudadanía, que la encontró confusa y no la legitimó con su apoyo. En las elecciones a gobernador de 1991, donde se aplicó por primera vez, me tocó perder aún habiendo obtenido la mayoría de los votos".

Más adelante refirió que "movidos no por la derrota electoral, sino porque verificamos en los hechos la seria desnaturalización a la que había llevado esta ley tal como fuera finalmente instrumentada, propusimos desde la Convención provincial de la UCR la presentación por nuestros diputados de un proyecto de derogación, que no tuvo apoyo parlamentario".

En 1995, ya en el marco de la Alianza Santafesina y aun con la oposición ya declarada a la Ley de Lemas, la UCR cambió de estrategia y presentó varios candidatos a gobernador. Pero Usandizaga, Fascendini, De Mattía, Sylvestre Begnis, Natale y Estévez Boero no pudieron sumar más que Obeid, Cavallero, Rubeo, Monserrat, Carignano, Cárcano, Cevallo y Lafuente.

"En 1991 -concluyó Usandizaga- confiados en que mejoraríamos la calidad institucional de la provincia, decidimos propiciar esta reforma. Fue un error, lamentablemente no logramos mejorar la vida político-partidaria. Y desde entonces, apoyamos cualquier intento de derogación de la ley".