Opinión: OPIN-01

El patrimonio edilicio


Esta semana el Concejo Municipal santafesino reparó en un hecho que -aunque puntual- tiene trascendencia para el conjunto de la ciudad: no se están cumpliendo las pautas de preservación en las obras de remodelación del edificio de la esquina de Tucumán y San Martín, que forma parte del listado de bienes a proteger, de acuerdo con la normativa santafesina sobre preservación de patrimonio histórico y cultural. Y lo más preocupante: los propietarios del inmueble han iniciado trámites para demoler todo el edificio, sin siquiera conservar su fachada.

Es justo señalar que la resolución aprobada por el cuerpo deliberativo, además de tomar previsiones para evitar que continúe la demolición, ha puesto por primera vez en alerta a la opinión pública local sobre esta situación particular, que afecta al solar que fuera sede del ex Banco de Crédito Comercial y se vincula con otros antiguos e interesantes edificios de la zona bancaria.

Si bien sobre el tema en cuestión actuó una repartición pública municipal -para inspeccionar los trabajos y tomar ciertos recaudos-, debe señalarse que antes del debate entre los concejales no hubo ninguna reacción del cuerpo social santafesino, pese a que las obras en el inmueble estaban prácticamente a la vista.

Ninguna entidad, medio de comunicación o personalidad del ámbito del urbanismo había notado que no se estaban cumpliendo ciertas pautas de preservación y que podía llegar a ponerse en riesgo la estructura completa.

El Concejo aprobó por unanimidad un proyecto presentado por un edil de la bancada mayoritaria, que ordena al Departamento Ejecutivo Municipal asegurar la suspensión de las obras que se realizan en el céntrico inmueble.

Gran parte del mismo ya ha sido demolido, pese a que los propietarios asumieron la obligación de preservarlo, conforme lo resolviera la Comisión Municipal de Defensa del Patrimonio, según se resumió al momento de presentar el proyecto sancionado.

Es que el edificio, aun sin el esplendor de otras épocas, logra competir visualmente con la cartelería publicitaria de la peatonal, y está considerado por su valor arquitectónico entre los doscientos de mayor interés para la ciudad. Integra la lista de bienes que deben ser custodiados para su preservación, según una ordenanza que es resultado de un valioso relevamiento detallado de los bienes patrimoniales arquitectónicos de esta capital.

En junio de este año, cuando comenzaron los trabajos, se anunció que el edificio recuperaría su vida propia, que dejaría de ser mencionado como el ex banco, que crearía espacios para el desarrollo de nuevos emprendimientos comerciales y cobijaría el arribo de capitales con proyección nacional. En esa oportunidad se puso especial énfasis en destacar el cuidado que se tendría para con el bien patrimonial.

Ahora, el edil del oficialismo que presentó el proyecto advirtió que quienes poseen el inmueble se han presentado ante la Dirección de Edificaciones Privadas, con el objeto de peticionar una autorización para demolerlo totalmente y reemplazarlo, invocando riesgo de derrumbe.

Con acierto, hubo de inmediato una inspección municipal que determinó que es factible su conservación. Obviamente, también se evalúa si la intervención de pico y pala inicialmente planteada se ha respetado o no.

Más aún, la resolución aprobada por el Concejo prevé la citación de los dueños del edificio por parte del DEM a fin de que den garantías -por escrito- para el cumplimiento estricto de lo resuelto por la Comisión de Defensa del Patrimonio, y en orden al proyecto acordado y aceptado oportunamente.