Ya es un clásico o una institución. Para muchos un ejemplo. Cualquiera de esos calificativos le caben a Juana Correa de Meza, una santafesina de 103 años que esta mañana, como siempre, fue a votar.

Y como en otros comicios, no pasó inadvertida. En la escuela Cuarto Centenario ubicada en bulevar Gálvez al 1300, esta obstinación por cumplir con un deber cívico del que los ciudadanos argentinos quedan exentos a los 70 años, generó sorpresa y admiración.

¿Cuántos años tendrá? era la pregunta que, quienes todavía no la conocen, se hacían, y al dato objetivo de la edad seguía un inevitable gesto de incredulidad.

Las dos preguntas que inmediatamente surgen en la mente de quien la ve abandonar el apoyo de su nuera y su hija y entrar sola, caminando y lúcida al cuarto oscuro son tan obvias como indispensables: por qué sigue sufragando, en épocas de tamaño escepticismo y llamado al voto nulo o en blanco, y cómo hizo para llegar a esa edad.

En pocas palabras ella contesta que vota porque le gusta y lo siente como una responsabilidad. Y afirma que superó la centuria porque se cuidó y porque sus hijos la cuidaron "como oro".

Como siempre, los aplausos coronaron un sufragio que desde hace años se convirtió en noticia.