Deportes: DEPO-02

Llueven las quejas para Fabián Madorrán


DyN. ¿Abre el paraguas? El polémico Fabián Madorrán en medio de la tormenta. De todos modos, para la AFA dirigió "bien". Increíble.

La redacción de El Litoral se inundó de opiniones. "Llovieron" llamados, e-mails y cartas. ¿El tema?: Racing-Colón y Madorrán. No se pueden publicar todas, pero nos tomamos el trabajo de elegir algunas.


Fue realmente impresionante la repercusión por lo que pasó el domingo en Avellaneda. Muchos llamados telefónicos, cartas, e-mails y hasta panfletos dando vueltas por la ciudad.

Pedimos disculpas por no poder darle cabida a todos, pero al menos seleccionamos algunas de las inquietudes después del partido Racing 2-Colón 1.

Un guapo de aquéllos


Mario Schujoviztky: Hasta el domingo pensé que Madorrán era un árbitro con problemas de conducta dentro de la cancha. Para él, sacar una tarjeta era como pegar una trompada, terminar un pleito o una discusión con los jugadores. Un tarjetazo y afuera. Nunca actuó con altura. Fue realmente un pendenciero. Pero en su honestidad no pensé nunca. Aparentemente no me hizo pensar en eso.

El domingo, al minuto de juego ya fue sospechoso (a Colón no le daba ese penal), al terminar el primer tiempo evidentemente ya era culpable (a Racing no le anulaban ese gol): después de los mellizos Barros Schelotto, Ubeda debe ser el más llorón de los futbolistas argentinos. Ni protestó el empujón de Morant, como ésos sufrió miles en los córners.

Y durante el segundo tiempo ya parecía un jugador de Racing. Las dos infracciones a Graf (¿a Racing no se las hubiera dado?) y el agarrón de Maceratesi a Aquino en el segundo gol (a Colón se lo anulaba seguro). No me quedan dudas: para mí, hoy Madorrán es un secuaz de quienes están interesados en que Racing salga campeón.

Tampoco me quedan dudas que con un arbitraje justo Colón ganaba el partido; en muchos pasajes con diez fue superior. También lo fue cuando puso de manifiesto la inteligencia y calidad de varios de sus jugadores. No cuando de prepo y a la fuerza intentó cambiar las decisiones de Madorrán. Ahí perdió. Se olvidaron de que Madorrán es un ""guapo de aquéllos''. ¿O no vieron cómo se jugó la vida expulsando a Bedoya?

Lo de los jugadores de Racing me parece muy digno. Casi sin talentos. La mayoría jugadores de medio pelo. Con muy poco le están jugando de igual a igual a todos.

Ojo, cuando digo muy poco es porque por ahí los están comparando con el último Racing campeón del '66: ""El equipo de José''. Y la explicación es simple recordemos: Cejas, Perfumo, R. Díaz, Martín, Mori, Basile, Martinoli, Raffo, Rulli, Cárdenas, Rodríguez y Maschio.

En este equipo había -y que alguien me corrija- por lo menos ocho o nueve jugadores de Selección. En el de hoy, con potencial de ser algún día jugador de Selección, tal vez uno o dos.

Con mucho sacrificio. Un entorno fantástico y también mucha ""mostaza'' armaron una movida fenomenal. Lástima que el poder se prende en todas y usando a sus secuaces como Madorrán nos quiten las ganas de disfrutar de la fiesta.

Un grupo por Internet


Otra vez -los que vivimos en el interior y nos gusta el fútbol-, quedamos perplejos después del clásico del domingo. En este partido quedó demostrado que debe haber un ganador cueste lo que cueste. Lo lamentable es que siempre debe ganar un equipo de Buenos Aires y por estos tiempos le toca a Racing.

Para la TV y algunos otros interesados, en este fútbol deben ganar los que ellos digitan. Los árbitros, como en este caso el Sr. Madorrán, son meros empleados de estos comerciantes o manipuladores, que desfachatadamente toman un micrófono y escudados en medios que dicen ser federales y llenos de Martín Fierro, se ríen en los millones de ilusionados del interior que soñamos ver a nuestros equipos o pasiones disputar con lealtad un torneo de fútbol y distraernos al menos por 90 minutos de la malaria que este bendito país nos regala: nos damos cuenta de que la estafa se practica a cielo abierto.

En este caso fue Racing y Colón; mañana será Belgrano y River; pasado, Unión e Independiente. íAmigos del interior, defendamos nuestras pasiones, no dejemos que nos roben los partidos y las ganas de seguir soñando!

Decir lo que hay que decir


Guillermo González: Los pitazos iniciales y finales del impresentable Fabián Madorrán confirman lo que entre semana se sospechaba: Racing recibe ayuda y mucha. El partido pudo tener otro marcador, pero lo que quedó en el campo de juego no deja dudas. ¿Es necesario mencionar una y otra vez las jugadas polémicas? Se dice que el árbitro es un ser humano y se equivoca. Pero estamos cansados que se equivoquen siempre para el mismo lado.

Madorrán admitió por TV que tenía dudas acerca de algunas jugadas, sobre todo en el gol absolutamente legítimo de Morant. Como las dudas son malas para un juez, Madorrán tuvo la certeza acerca de hacia qué lado debía resolver la duda y hacia qué lado debían resolverse todas las jugadas divididas. El resultado fue la anulación del gol, expulsión de Morant y amonestación de Leo Díaz en la continuidad de una jugada con la cual el juez evitó dar la explicaciones del tanto anulado. ¿Y los dos penales a Graf? ¿Algún comentario sobre la expulsión de Delgado? ¿Alguna mención sobre los partidos anteriores de Madorrán dirigiendo a Colón? La respuesta es no. Resultó patético escuchar los comentarios televisivos de los conocidos periodistas porteños en el entretiempo, pero por otra parte veo que ellos actúan muy bien su papel dentro de este circo.

El título de lo que pasó el domingo sería "Vergüenza" o "Robo". Esta sería la versión políticamente correcta de titular el comentario. Mi versión políticamente incorrecta sería un título un poco menos escueto, algo tribunero pero muy claro: "Porteños cagones, así salen campeones". Nunca olvidemos lo siguiente: al capital sólo le interesa salvar al capital.

Este humilde aporte que hago desde estas líneas puede leerse como el descargo de la bronca de un hincha. También puede ser un pequeño ejemplo de cómo decir cosas que alguna vez se deberían decir. Como hijo de un ex periodista deportivo (Saturio González Furno, burrero y de los buenos), conozco muy bien lo que se dice entre pasillos. Creo que en algunas ocasiones no se debería ser tan cauto, para no pecar de estúpidos, finalmente. Ustedes eligen: decir lo que hay que decir alguna vez o el silencio cómplice.

Hasta en Formosa


Marcial Mántaras: Soy hincha de un club que es un ejemplo de institución: Colón de Santa Fe. Pero de nada vale ser limpio en esta suciedad que es el fútbol de hoy en día. Hay que salvar a Racing de su quiebra y todos silenciosamente se encolumnan detrás del negocio Macri-Marín-TyC Sports. Lo que hizo Madorrán el domingo con Racing es deleznable y mostró la hilacha. Pero ya Brazenas, cuando no vio el penal que sin querer la TV mostró que le hizo Capria a Morant en San Lorenzo (equipo que a esa altura todavía se podía prender en el negocio). O los dos goles fuera de juego ante Vélez.

Que Madorrán es un payaso no sólo lo sé yo sino también los grandes periodistas de Buenos Aires. Pero es útil para el negocio. Perjudican a un equipo como Colón que es un ejemplo, favoreciendo a una institución en quiebra, fundida por los ladrones que la dirigieron.

Quienes ahora digan que los árbitros son humanos y se equivocan, son unos giles de goma. Se equivocan siempre para el mismo lado. Colón fue robado, pero como eso favorece a Racing y al gran negocio, nadie dice nada en Buenos Aires. Pido que dejen de estafar a la gente, no nos roben la ilusión a quienes pensamos que el fútbol es un juego y no un negocio de ladrones como lo demostró Madorrán y sus dos ayudantes. Macri-Marín es la misma cosa, es el mismo negocio, es la estafa del fútbol argentino. Lamento que los equipos chicos, que dependen de TyC Sports, no se puedan unir y dejar de ser partener de esta burda estafa al fútbol argentino. Ya en el fútbol sudamericano se prefiere a jueces europeos antes que a los argentinos.

Madorrán fue un ladrón y son cómplices quienes lo defienden. No es un juez polémico...es un juez deshonesto. Soy un abogado que vive en Formosa, pero hincha de Colón, la institución más sana del fútbol argentino y por eso la más perseguida.