Si alguien pensó que Cabrera había cerrado la persiana en cuanto a triunfos en el golf mundial o que el mismísimo mundial disputado en Buenos Aires era simplemente un acercamiento, está equivocado. No se trata de transitoriedad. La realidad indica que Argentina puede competir con los más grandes.

El último Walt Disney Classic disputado en Florida marcó una continuidad deportiva sin precedentes, en este caso, encabezados por el chaqueño José Cóceres, único sudamericano en la historia en ganar este torneo.

Fue el segundo triunfo en Estados Unidos en lo que va de la temporada, ya que en abril se había adjudicado el Welcome Classic, con un premio de 630 mil dólares.

Pero más allá de la impostergable necesidad de competir por dinero, hay datos que corroboran el buen pasar del golfista en materia deportiva: desde 1957 -y con Roberto De Vicenzo- que un argentino no lograba ganar en dos torneos del circuito de los Estados Unidos.

La historia marca que un deporte enclavado en subjetividades y en torno de un concepto contrario para su práctica, hemos dicho en más de una oportunidad que el golf no es para todos, pero tampoco es para los que más tienen.

¿A quién se le debe este presente?, en un escrito del maestro De Vicenzo, el mismo remarcaba la humildad, ésa con la que es más fácil llegar y con la cual se mantienen bien en alto los comienzos y los valores. Y si nos detenemos en esto los ejemplos existen: Cóceres es del Chaco y no se olvida de quienes los ayudaron.

Un tal Antonio Fernández, amigo personal de José, fue quien le prometió ayuda cuando el chaqueño se decidió a prolongar su carrera como golfista. Comenzó a diagramar todo su entrenamiento en el Country Los Cardales, allí vive su familia que poco puede ver en todo el año.

José ni bien finalizó el torneo, se acordó primero de su madre y de todas las madres del país, y después de su amigo Fernández, quien lo apoyó cuando más lo necesitaba.

Es más, se sabe que Cóceres mantiene diferencias con la Asociación Argentina y en los entretelones, el triunfo tuvo dedicatorias especiales, pero con un perfil bajo el golfista sólo demostró en el campo los que otros desde una oficina, despliegan palabras en contra de su rendimiento.

Respecto de su actividad en los próximos días, apuntó Cóceres que "ya estoy viajando para el próximo torneo. Vamos a jugar en Atlanta la semana que viene. Tengo que jugar bien de vuelta para poder terminar entre los treinta mejores para jugar el Champion. Solamente juegan los primeros treinta, y yo en este momento estoy en el número treinta y dos, me han dicho".

Por último, resulta muy extraño no mencionar un torneo donde las grandes estrellas no figuran, es que también no se da todos los días: primero el argentino Cabrera, Woods?.. en el puesto 16 y con algunos problemas con su caddie.

Después de la victoria en Hilton Head muchos pensaron que Cóceres se quedaría en los laureles y no fue así. Su rendimiento fue cada vez más alto y en breve lograría cosas importantes.

Después de algunas disputas con gente de la Asociación Argentina de Golf, José les demostró que había crecido y su potencial fue mucho mejor de lo esperado.

Para Cóceres fue muy especial haber ganado en Florida porque compitió con todos los mejores golfistas a excepción de Duval. Estaban todos y él les ganó con creces.

Con el señor Prieto mejoró su putter y con el nuevo caddie británico Brendan Mc Carty, conoció mejor los campos de Estados Unidos. Él estuvo con grandes golfistas y desde hace tres semanas, es una ayuda fundamental de aquí al futuro.

El próximo jueves estará en Georgia, allí puede dar un golpe muy importante, porque si finaliza entre los diez primeros jugará el Campeonato -a fin de año- que otorga pasaportes para las mas grandes competencias del PGA.

(*) Periodista del Diario Norte (Chaco).