El pasado fin de semana, se definió el Torneo de las Seis Naciones 2001, que debido a la epidemia de fiebre aftosa que a principios de año afectó a Gran Bretaña e Irlanda, se extendió por espacio de ocho meses.

Obviamente, se transformó en el más largo de la historia. Aun remitiéndonos a los comienzos como Cuatro Naciones (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda) o continuando a partir de 1910 cuando con la incorporación de Francia, el más tradicional de los certámenes de este deporte tomó su "formato natural" de Cinco Naciones.

Vale recordar que por aquel entonces duraba casi cuatro meses, debido a las nevadas que afectaban los campos de juego, circunstancia que con el correr de los años fue nítidamente superada por la tecnología.

Volviendo a la presente edición, el título quedó en poder de Inglaterra, pese a caer ante Irlanda por 20 a 14, en un test-match disputado en el Lansdowne Road de Dublin, con el referato del neocelandés Paul Honiss.

Más allá de haber obtenido su segundo título consecutivo, el Rose Team se vio imposibilitado de obtenerlo sin Grand Slam (vencer a todos los adversarios) ni Triple Crown (ganarle a todos los isleños).

Para colmo de males, los dirigidos por Clive Woodward cayeron ante un adversario que no los vencía desde 1994. "No hay excusas, tuvimos un mal día...", sintetizó el coach inglés, que no pudo contar con el capitán, Martin Johnson, el octavo Lawrence Dallaglio y el rendidor Phil Vickery.

Merced a la nómina difundida este fin de semana, se conocieron algunas novedades en el Seleccionado de Escocia que el mes próximo se medirá con Los Pumas, en el marco de la gira europea.

En primer término, se ratificó la baja del experimentado Bryan Redpath, que fue operado de hernia y por ende quedó excluido de la nómina de 33 rugbiers convocados.

En materia de debutantes, habrá cuatro: los flankers Graham Dall y Mattheu Taylor; el lock Nathan Ross y el centro Kevin Utterson.