Internacionales: INTE-01

Intenso ataque sobre líneas talibanas

AFP. CONSECUENCIAS. Estados Unidos reconoció haber cometido errores durante los bombardeos que han causado muchas víctimas civiles. En Pakistán se han recibido muchos heridos producto de los ataques sobre Afganistán.

La milicia integrista escondería sus armas en casas de civiles y lugares públicos. Las fuerzas de los talibanes no han perdido terreno. EE.UU. reconoció que una de sus bombas se desvió de su objetivo en Herat e impactó cerca de un edificio civil.


Kabul e Islamabad. - Los estadounidenses volvieron a bombardear Kabul y su línea de frente un poco más al norte anoche. Nueve bombas fueron lanzadas en cinco oleadas de ataques sobre la capital afgana, provocando una respuesta de la defensa antiaérea talibán, según un corresponsal de la AFP.

Aviones estadounidenses también bombardearon anoche la línea de frente al norte de Kabul, atacando las posiciones talibanas por cuarto día consecutivo, anunció el director de la agencia de prensa oficial de los talibanes, Bajtar. Según Abdul Hanan Hemat, los blancos estaban frente a las ciudades de Bagram y Charikar, ambas en poder de la oposición.

Escudos humanos


A raíz de los continuos bombardeos aéreos, las tropas talibanas han decidido refugiarse entre los civiles de Kabul. Las milicias utilizan de escudos humanos a los habitantes de la capital, y usan las mezquitas y las escuelas como escondites de su arsenal, según han declarado testigos citados por The Washington Post.

"Los bombardeos han destruido algunas instalaciones militares, pero los talibanes entran por la noche en casa de la gente y esconden sus armas en lugares civiles", dijo Mohammad Ali, un ex conductor de autobús de Kabul que ha cruzado la línea del frente para llegar a territorio controlado por la opositora Alianza del Norte.

Más muertos civiles


En tanto, refugiados afganos llegados a Pakistán explicaron por otro lado que una bomba estadounidense mató a 20 civiles, entre ellos nueve niños, a principios de esta semana en el sur del país.

Washington anunció que los bombardeos cesarían cuando los talibanes aceptaran entregar a Osama Ben Laden, sospechoso número uno en los atentados del 11 de setiembre en Estados Unidos.

El Departamento de Estado recordó que el objetivo principal de Washington era capturar o matar a Ben Laden y desmantelar su organización Al Qaeda.

Sin comprometerse


Presionado por el mundo musulmán para que ponga fin a la campaña militar antes del inicio del mes sagrado del Ramadán, que comienza el 17 de noviembre, Estados Unidos no quiso comprometerse.

"Si el mundo fuera perfecto, querríamos terminar antes de la llegada del mal tiempo (que coincide más o menos con el inicio del Ramadán), pero no pensamos que esto sea muy realista", declaró el contralmirante John Stufflebeem, director adjunto del Estado Mayor.

Retroceso antitalibán


En el frente militar, las fuerzas antitalibán en el norte de Afganistán chocaron con una fuerte resistencia de los milicianos fundamentalistas en el poder en Kabul, pese al apoyo de los cazabombarderos estadounidenses.

Uno de los principales líderes de la Alianza del Norte, Mohammad Atta, reconoció que sus hombres habían tenido que ceder a los talibanes el terreno ganado en los últimos días con el apoyo de la aviación estadounidense en las proximidades de Mazar i Sharif, ciudad clave en el norte del país.

"Al principio progresamos, pero luego los talibanes lanzaron una contraofensiva y pudieron reconquistar el terreno perdido", explicó.

Desde hace varios días, los ataques aéreos estadounidenses sobre las líneas de frente de los talibanes en esta región tratan de allanar el camino para una ofensiva terrestre de la Alianza del Norte.

Destruyen campos de Al Qaeda


Por otra parte, el Pentágono anunció que todos los campos de entrenamiento de Al Qaeda fueron destruidos, a 18 días de haber comenzado los bombardeos contra Afganistán.

El contraalmirante John Stufflebeem, vocero del Pentágono, no detalló la cantidad de sitios destruidos. Fuentes británicas dijeron que se destruyeron nueve campos de Al Qaeda, la red de Osama Ben Laden.

Stufflebeem dijo "si los terroristas intentan hacer nuevos campos, los raids lo impedirán" y aseguró que los talibanes y Al Qaeda están interconectados.

"Los talibanes deben tener en este momento un cierto stress porque hemos destruido gran parte de sus defensas", dijo. (AFP-Ansa-EFE-Reuters-El Mundo)

Un gran acierto


Islamabad. - Los ataques aéreos contra Afganistán siguen cobrándose víctimas civiles por error, pero también han tenido al menos un gran acierto al alcanzar de lleno una casa en Kabul donde se reunían militantes integristas paquistaníes afines a Ben Laden.

Han muerto 22 de los guerrilleros islámicos en el ataque de ayer, según reconoció hoy en Islamabad su propia organización, Harkatul Muyahidín, que EE.UU. ha calificado de terrorista desde 1995.

El incidente se ve como embarazoso para Pakistán, recién convertido de patrocinador de los talibanes en componente clave de la "coalición global antiterrorista" que ataca Afganistán. El "martirio" de 22 "muyahidín" (combatientes en la guerra santa, o "jihad") de Pakistán a manos de los flamantes aliados de Islamabad promete intensificar la indignación de una gran parte de la sociedad ante los bombardeos sobre Afganistán.

También deja en evidencia la colaboración en el pasado entre el gobierno paquistaní y los grupos integristas que luchan en la región de Cachemira, que Pakistán y la India se disputan desde su nacimiento como naciones independientes hace más de medio siglo.

Harkatul Muyahidín suele actuar en la zona india de Cachemira, y su presencia en Kabul, ahora confirmada, alimentará las acusaciones de la India de que Pakistán ha tolerado y hasta fomentado el terrorismo integrista. (EFE)