Internacionales: INTE-05

Tuvo ántrax pulmonar y hoy puede contarlo


Miguel Zurbriggen es profesor de la Facultad de Veterinaria en Esperanza, hoy vive en Llambi Cambell y en 1977 trabajaba en un laboratorio donde enseñaba bacteriología a sus alumnos.

Aquel año marcó un momento imborrable en su vida porque estuvo a punto de morir por el virus del ántrax pulmonar, el mismo que hoy provoca una verdadera psicosis en cada rincón del mundo.

"No soy un sobreviviente, no soy un muerto que camina. Soy una persona que se enfermó porque cuando tenía 27 años era un irresponsable que sólo quería aprender", aclara antes de iniciar su relato.

Era un martes de 1977 cuando Miguel dictaba una de sus usuales clases prácticas sobre bacteriología. "Me descuidé y aspiré las esporas. Además, era fumador y colocaba el cigarrillo sobre la mesada del laboratorio", recuerda. Estos errores estuvieron a punto de matarlo.

Llegó el viernes y, como cada semana, viajó a Llambi Cambell para ver a su novia: "Cuando llegué a la casa me bañé y comencé a sentir escalofríos, congestión respiratoria y una fiebre altísima. Abrí la puerta y caí desmayado frente a la familia. Por suerte alcancé a gritar `antibióticos"'.

Inmediatamente compraron penicilina en la farmacia del pueblo y se la inyectaron. Su estado comenzó a mejorar y decidió regresar a Esperanza manejando el por entonces flamante Citršen 3 CV.

Pero los síntomas volvieron. Al llegar a su casa, donde vivía con un compañero veterinario, encontró una jeringa con un antibiótico que se aplicaba a los animales. Decidió inyectárselo, pero mientras lo hacía se volvió a desmayar y cayó sobre la cama.

Cuando su amigo regresó lo encontró allí tirado y pensó que se trataba de una reacción alérgica a la penicilina. Lo despertó y entonces fueron a ver a un médico.

Entonces aquel doctor le aconsejó tres nuevas aplicaciones de penicilina. Así lo hizo, y Miguel se curó definitivamente.

"Si no me hubiera colocado penicilina apenas aparecieron los síntomas, moría. Yo me salvé con penicilina", insiste.

Hoy Miguel tiene una familia, sigue ejerciendo su profesión y jamás olvidará lo que le ocurrió.

- ¿Cómo es posible que usted se haya salvado con una simple penicilina, cuando hoy todo el mundo habla del medicamente Cipro como la salvación frente a esta enfermedad?

- " No soy quién para analizar el tema, pero creo que existen intereses farmacológicos que hablan de un solo antibiótico como si fuera la única salida. Pero hay muchos antibióticos que pueden ser útiles. El Cipro es un antibiótico de nueva generación, es muy efectivo, pero existen otros más económicos, que también funcionan. Insisto, yo me salvé con penicilina".

"No tengo ántrax"


El presidente de Estados Unidos, George Bush, afirmó que no tiene ántrax, unas horas después del descubrimiento de la bacteria que provoca la enfermedad en un centro que procesa el correo dirigido a la Casa Blanca, ubicados a unos tres kilómetros de la sede presidencial.

"No tengo ántrax", declaró Bush a la prensa, aunque no precisó si fue sometido a un examen para determinar si estaba contaminado con la bacteria.

El mandatario indicó también que los servicios de seguridad presidencial han verificado que "la Casa Blanca y su ala oeste (donde están situadas las oficinas presidenciales) están a salvo" y no fueron contaminadas con la bacteria.

"Estoy seguro que cuando vaya a trabajar mañana estaré a salvo", agregó. (AFP).