Internacionales: INTE-09

Desarme del IRA facilita la
desmilitarización del Ulster

Inmediata respuesta de Londres a la medida. El gobierno británico quiere aprovechar el momento político que creó el anuncio. Se intenta acelerar la puesta en marcha del acuerdo de paz.


Londres. - El histórico desarme del Ejército Republicano Irlandés (IRA) va a facilitar de inmediato el restablecimiento de las instituciones en el Ulster y el comienzo de la desmilitarización de la provincia.

El gobierno británico quiere aprovechar hoy mismo el momento político que ha creado el anuncio que hizo el IRA para acelerar la puesta en marcha del acuerdo de paz del Viernes Santo, firmado en Belfast el 10 de abril de 1998.

Unas de las medidas, tal vez impensable hace apenas unos años atrás, es el desmantelamiento -"lo antes posible", confirmó hoy un portavoz oficial del gobierno-, de cuatro instalaciones de seguridad en la provincia, como respuesta "lógica" al anuncio del IRA.

Se trata de comisarías y puestos militares en las áreas norirlandesas de South Armagh (sureste), Magherafelt (nordeste), y Newtownhamilton (sureste).

"No hay falta de voluntad por nuestra parte para seguir adelante con la normalización del proceso (de paz). Como no hay falta de voluntad para tratar de implementar los otros puntos del acuerdo del Viernes Santo", puntualizó el portavoz oficial.

La respuesta inmediata de Londres al anuncio del IRA es comprensible. No en vano, ésta es la primera vez en los treinta años de conflicto en el Ulster que un grupo terrorista republicano acepta inutilizar parte de sus arsenales y explosivos.

El ministro británico para Irlanda del Norte, John Reid, hará hoy una declaración en el Parlamento, en la que se espera que anuncie detalles sobre el cierre de las instalaciones.

Asunto espinoso


La desmilitarización era otro asunto espinoso del acuerdo de paz; una cuestión pendiente y cuya resolución fue solicitada insistentemente por el Sinn Fein, brazo político del IRA.

En tal sentido, el líder de este partido, Gerry Adams, dijo hoy que espera una respuesta "cálida y generosa" no sólo del gobierno británico sino también de los unionistas del Ulster.

En unas declaraciones a la prensa, Adams consideró que la retirada del Ejército británico del Ulster debe ser "rápida".

"No veo razón para que haya tropas británicas en un lugar del país (por la isla de Irlanda). Quiero ver la retirada de toda esa infraestructura. Tenemos que ver que los británicos y los unionistas toman medidas equiparables a las que ha tomado el IRA", añadió.

El pasado lunes, 24 horas antes del anuncio del IRA, Adams dijo que tanto él como el "número dos" del partido, Martin McGuinness, pidieron a la organización terrorista que empezara con el proceso de su desarme.

Este asunto ha causado problemas internos en el partido republicano, como el mismo Adams ha admitido.

Los analistas no ocultan su preocupación de que haya miembros de la banda terrorista dispuestos a marcharse de ella ya que el desarme siempre fue visto como sinónimo de rendición.

En tal sentido, un portavoz de Downing Street, residencia oficial del primer ministro Tony Blair, admitió hoy que se mantiene la amenaza de los grupos disidentes republicanos.

"Los disidentes republicanos, así como los paramilitares protestantes, van a querer destruir lo que se ha conseguido. Hay que impedir que esto suceda", añadió la fuente.

El anuncio del IRA fue muy bien recibido por el líder unionista, David Trimble, quien dimitió como ministro principal del Ulster el pasado 1 de julio y retiró el pasado jueves a sus tres ministros del Ejecutivo autónomo en represalia por la negativa de la organización terrorista a entregar sus arsenales.

Trimble ha convocado para este sábado en Belfast a los 110 miembros que integran la Ejecutiva de su partido, el Unionista del Ulster (UUP), para pedirles su respaldo a su decisión de volver al Gobierno norirlandés junto con sus tres ministros.

La retirada del UUP y de los dos representantes del radical Partido Democrático Unionista (DUP) rompió el equilibrio unionista-nacionalista en el Ejecutivo norirlandés. (EFE).