Cultura: CULT-03

Rechazo del éxito

"La sepultura sin sosiego", de Cyril Connolly. Traducción de Miguel Martínez-Lage. Mitos Bolsillo. Grijalbo Mondadori, Barcelona, España, 2000.


Escrito durante la Segunda Guerra Mundial, La sepultura sin sosiego es "irremediablemente un libro de guerra", como declara Cyril Connolly, quien se identificó con Palinuro para anotar citas de sus autores amados y sus propias reflexiones sobre una experiencia de iniciación, un descenso a los infiernos, una purificación y una cura.

El libro está dividido en tres partes. En la primera se nos presenta un autorretrato de Palinuro, con su amarga actitud dubitativa y sus puntos de vista sobre la literatura, el amor y la religión. "Hay algo que va muy mal; ha perdido el contacto con su ser subconsciente, se ha obstruido el pozo; recuerda la imagen de una gaviota manchada de petróleo". Los genios que presiden esta sección son Pascal y Leopardi, así como Sainte-Beuve, Flaubert y Baudelaire presidirán las siguientes.

Palinuro representa una voluntad de fracaso, y la repugnancia por el éxito y los exitosos, esos malcriados obnubilados por la vanidad y perseguidores de autoafirmación. Representa también un deseo de renunciar a última hora, un apremio que lleva a la soledad, el aislamiento y la oscuridad. Palinuro, a pesar de su gran destreza y de su conspicua posición pública, desertó de su puesto en el momento de la victoria, y optó por la orilla ignota. Con el mar -antiguo símbolo del inconsciente- sus relaciones fueron siempre íntimas y armoniosas; hasta que hubo tocado tierra no fue miserablemente asesinado.

Un concepto clave que recorre todo el libro es el del Angst (estado cercano a la ansiedad, el espleen, la noia, el miedo, el remordimiento, el cafard). "Lo que hace que los grandes escritores del pasado estén tan vivos en nosotros es la magnitud de su sufrimiento: la desesperación de Pascal, la amargura de La Rochefoucauld, el hastío de Flaubert, la noia de Leopardi, el espleen de Baudelaire... no son sino las verdades que se les han extraído bajo tortura mental las que aún nos atraen. Vivimos en una época tan desesperanzada que toda la felicidad que podamos poseer debe esconderse como si fuese una deformidad, pues sabemos que aunque nuestra naturaleza entera se rebele, solamente podremos crear a través de lo que sufrimos".

"Es preciso apaciguar el espíritu de Palinuro", cuyo cadáver ha quedado sin sepultura. Más allá de las resonancias (involuntarias, desde luego) que para los argentinos tiene el tema, La sepultura sin sosiego significó para el autor una demostración del poder de la palabra: "Toda tristeza, una vez transmitida al entendimiento, puede curarse a través del entendimiento".

Raúl Fedele