El Espigón I y II, los dos sectores de la Costanera Este, los piletones del Parque del Sur y del Parque Garay, Playa Norte y Los Alisos son los sectores que quedarán habilitados al uso público el próximo jueves. De los dos últimos se va a hacer cargo la Municipalidad, ya que hasta el momento no se presentó ninguna propuesta de concesión precaria.

En cuanto a los dos tramos de la Costanera Este, están concesionados por cinco años, con opción a prórroga por dos más, desde setiembre pasado en que se firmaron los respectivos contratos.

El acuerdo tiene la particularidad de habilitar a los concesionarios, que actualmente se encuentran abocados a la tarea de construir los respectivos paradores, a mantener esos servicios durante todo el año. Con esto se busca asegurar que el flujo de gente hacia la zona de playas trascienda la temporada estival, permitiendo contar con otra alternativa durante los escasos meses de frío.

Por estos días se observan trabajos en los distintos tramos que bordean la laguna, destinados a poner a punto los sectores que recibirán a los veraneantes. Colocación de arena, limpieza en los piletones y acondicionamiento de las instalaciones son las principales tareas que se llevan a cabo en las playas, que ya comenzaron a ser utilizadas por los santafesinos.

Desde la Secretaría de la Producción se informó, además, que ya se hicieron varios análisis de la calidad del agua, tarea que va a continuar a lo largo de la temporada, con una frecuencia de 15 a 20 días.

Conviene aclarar que recién desde el jueves habrá servicio de guardavidas, por lo que no se recomienda el uso de estas áreas como balneario sino solamente como solarium.

Precisamente, unos 55 guardavidas serán afectados al cuidado de todos esos espacios. Estarán divididos en tres turnos y, como siempre, estarán también en las zonas de piletones.

Para esta temporada se anuncian algunas novedades, como es el cambio del diseño en el mangrullo (o puesto de vigilancia), la posibilidad de contar con una plataforma de primeros auxilios, propuestas para que el boyado sea más visible, la instrumentación de un código de banderas y mejoras en el apoyo desde las embarcaciones, teniendo en cuenta -entre otros factores- los horarios de mayor afluencia de gente.

Como ya es habitual, la temporada de balnearios se va a habilitar el 15 de noviembre, en coincidencia con los festejos por el aniversario de la Fundación.

Este año la fecha va a tener otra particularidad, porque inaugura la primera Fiesta del Río que se va a desarrollar hasta el próximo domingo 18, incluyendo competencias deportivas, espectáculos musicales y la elección de la reina.

En definitiva los balnearios van a quedar inaugurados el jueves, a las 10.30 aunque la ceremonia oficial se hará más tarde, a las 19.

Una de las novedades que podrán observarse en esta nueva temporada de playas es la incorporación de un mangrullo o puesto de vigilancia cuyo diseño pertenece al Arq. Mariano Escribano, quien a su vez integra el Sindicato de Guardavidas.

Se trata de un diseño "de líneas simples y contundentes que no atentan contra el ambiente, ni compiten con la estética de ninguna concesión", según expusieron el autor del proyecto y el presidente de la entidad Sergio Berardi, en diálogo con este diario.

Esta y otras propuestas fueron presentadas a la Municipalidad, a la que se pidió que asuma un "rol posibilitador", con el fin de facilitar su concreción.

Se espera que el nuevo mangrullo esté presente desde el jueves -en que se habilita la temporada de balnearios- al menos en la Costanera Este. Luego se irán instalando estructuras similares en el resto de las playas. Los guardavidas lo definen como "uno de los elementos de trabajo más importantes e imprescindibles en la tarea de prevención".

Su ubicación está pensada para lograr un control absoluto de la situación, sin obstáculo visual dentro de los límites del boyado, y con una estructura que permita soportar los fuertes vientos y los terrenos irregulares donde normalmente se asienta.

Así como su diseño permite la protección contra el sol, contar con un espacio para guardar elementos y demás, también habilita la inclusión de elementos de comunicación publicitaria, de propaganda o instructiva.

En definitiva, lo que se busca es que el bañista identifique rápidamente su presencia, y lo tenga como un lugar de referencia en materia de control y seguridad.