Coronda (C).- En la esquina de Sarmiento y 9 de Julio de esta ciudad se descubrió una placa recordativa, que reconoce la figura de la poetisa Alfonsina Storni.

El monolito, diseño de la arquitecta Graciela Monti del Departamento de Planeamiento de la Municipalidad corondina, consta de dos pilares: uno es el que tiene la mampostería original de la vivienda que allí se levantaba y el restante con la placa descubierta, unidos por planchuelas de acero.

Al acto asistieron el intendente municipal, Oscar Romagnoli; Teresita Campana de Olivares y Alcira Marioni Berra. Luego se leyó la poesía El maestro, de Alfonsina Storni, dedicado en 1910 a María Margarita Gervasoni, directora del establecimiento educativo, a cargo de una alumna de la escuela primaria N° 1244.

Además se recitó el poema de Raúl Ovidio Ocampo dedicado a Alfonsina, Lenguaje de silencio y palabras, a cargo de la asesora de Cultura, profesora Belkys Larcher de Tejeda, quien dijo que este sencillo homenaje es una manera de alimentar la frágil llama de la memoria de los hombres, para que el nombre de Alfonsina no caiga en el olvido.

Es también la forma de cumplir con lo solicitado en su momento por las instituciones allegadas al quehacer cultural y a la ordenanza dictada por el Concejo Municipal: preservar un espacio para perpetuar el recuerdo de la poetisa....

La nueva placa dice: Alfonsina Storni se graduó de maestra rural en Coronda -1910-, según fuentes orales y escritas, vivió un tiempo en la casa vieja que aquí se levantaba. Coronda, 25-XI-2001.

Posteriormente en la Biblioteca Popular se desarrolló un panel sobre Alfonsina Storni, que estuvo organizado por el área de Cultura de la Municipalidad y que estuvo a cargo de la profesora Belkys Larcher de Tejeda y Teresita Campana de Olivares.

Por su parte, Ana María Zancada recitó varios poemas de Alfonsina, y Estrella Quinteros se refirió al Día del Poeta. Asistió numeroso público en general, alumnos y el secretario de Hacienda, Juan Carlos Naón, entre otros.

Alfonsina Storni había nacido en el cantón suizo de Ticino, en 1892, y buscó la muerte en las aguas de Mar del Plata, en 1938. Llegó a este país siendo muy niña, junto a sus padres, y pasó su infancia en la provincia de San Juan.

Después quiso ser maestra rural, y para cursar sus estudios llegó a la ciudad santafesina de Coronda, para integrarse al alumnado de la Escuela Normal. Ya con el título bajo el brazo, ejerció su vocación en Buenos Aires.

Cultivó el periodismo -especialmente en el diario La Nación-, y como poetisa obtuvo el Premio Municipal de Poesía en 1920 y después el 2° Premio Nacional de Literatura.

Evolucionó desde un posromanticismo balbuceante hasta una posición singular dentro de las corrientes de vanguardia. Escribió grandes poesías, obras de teatro para adultos y niños, y poemas de amor en prosa.

Sin embargo, la figura de Alfonsina está más relacionada con su muerte que con su vida y obra. Es por eso que quienes conocen y quieren la canción Alfonsina y el mar saben, en realidad, poco y nada de ella.

Fue madre soltera y conoció la pobreza. Su lírica entrañable trasunta la tristeza que arrastraba por las tragedias que acompañaron su historia personal. Hasta que un día, a orillas del Atlántico y desde el espigón de La Perla, decidió ella misma terminar con su vida. Y se lanzó a las aguas del mar.