Pantallas y Escenarios: PAN-01

El amargo sabor de Cosquín


Mientras desde hace varias semanas todos siguen midiendo la temperatura y las vicisitudes de un país en llamas por la televisión, los diarios o la calle misma, algunos recordamos un episodio que quizás, con el correr de varios años, a muy pocos les alcance la memoria para recordar: el Cosquín Rock.

Y nosotros preguntamos: ¿qué fue de las bandas de nuestra ciudad en eso que pareció ser más una excursión a un circo de freaks que una preselección para un festival de rock?

Pasen y vean este espectáculo, más parecido a un reality show que al rock, en donde Mineral y Supernova comparten el escenario con Sanders, unas chicas de un bikini open y una organización bizarra y patética.

Todo x 2 pesos


"El recital acá estuvo muy bien organizado con los dos escenarios y todo eso que se vio. Lo único que después nos desencontramos un poco con el organizador. Hablamos un par de veces por teléfono y nos encontramos sin respuesta. Como que quedó todo en el aire, un mes sin noticias acerca de lo que pasaba", dice Luli, bajista de Mineral, la banda que junto con Supernova resultó ganadora del Pre-Cosquín local.

En la misma mesa donde hacemos la nota está Hernán, vocalista de Mineral, y Juan y Martín, bajista y vocalista de Supernova respectivamente.

Las dos bandas recuerdan juntas un proceso que las llevó de ganar una competencia, a ilusionarse con compartir un escenario con los líderes del rock nacional. Un camino minado de errores y una falta de respeto hacia las bandas chicas.

"Lo que pasa es que el Pre-Cosquín, luego de ganar en Santa Fe, en el que nosotros tendríamos que haber participado, era en el mes de diciembre, dos semanas antes del Cosquín grande. Cuando se arma el desastre en el país, la producción de Córdoba dijo que esa fecha se suspendía. Lo que sí se hizo, como eran tres fechas, fueron las del viernes y el sábado. De ahí fueron una banda de cada fecha. La nuestra se postergó para la semana siguiente, que también se suspendió, porque no tuvieron mucho público las dos fechas anteriores (fueron 60 personas cada día) y empezaron a patear la pelota para la primera semana del 2002. Nosotros hablamos alrededor de 5.000 veces a Córdoba y no tuvimos ningún tipo de respuesta, hasta que decidieron ellos hacer esa fecha en Carlos Paz. Así que dos semanas antes del festival nos dicen que tenemos que viajar. Que tocábamos el domingo en una playa de Carlos Paz. En definitiva, cuando nosotros fuimos a tocar allá no había jurado, no se sabía bien a qué hora se tocaba, dónde se hacía", dice Hernán.

Y Martín sigue: "¿Sabés lo que fue en realidad?, una fecha para que nos saquemos el gusto de tocar tres temas. Como para conformarnos...".

¿Final conocido por los organizadores, negligencia o torpeza? Quizás afirmaciones que nunca se podrán conjurar con certeza. Aunque para las bandas, algunas actitudes sí parecieron quedar claras.

"No hace falta que te digan `mirá que ya está todo armado, los llamamos para que toquen tres temas y se vayan a su casa', nosotros tocamos a la mitad, antes que Mineral, y uno de los organizadores me dijo: `No se vayan así comen unos lomitos'. Cómo me voy a ir si falta el resultado", agrega Martín con una sonrisa.

Bikini rock


Quizás no esperaban lomito después de tocar; lo que seguro nunca imaginaron es que la fecha se parecería más a un teatro de revista que una instancia de preselección, para lo que se anunciaba como el festival de rock nacional más importante del país.

Sin darse cuenta, Mineral y Supernova estaban subidos a un escenario en donde el presentador anunciaba que habían hecho miles de kilómetros para tocar (¿?), en donde Sanders (léase ex novio de la vedette Mónica Ayos) oficiaba de jurado de un Bikini Open, al tiempo que Carlos Sánchez contaba unos chistes para el público presente.

Mientras nuestras bandas -a esta altura uno no sabe si llamarlos héroes o mártires- esperaban tocar al menos cinco temas, alguien les avisó que sólo podrían ejecutar tres canciones. Después se cortó la luz y para cuando volvió ya era tarde; ahora tenían que esperar una clase de danza que estaba programada.

"Al final eligieron una banda de Cosquín y se ahorraron pasajes, estadía, etc.", dice Hernán. Mientras Luli completa: "Ni siquiera nos sacamos las ganas de ir y dar un buen resultado allá, porque no te dejan ni tocar" (Luli).

"Lo bueno es que mostraron culos y compartimos el escenario con Sanders", remarca Martín como si sus compañeros hubieran pasado un hecho sobresaliente.

Pero nuestras bandas no se amedrentan ante los problemas y por eso siempre buscan más: "El lunes, un día después de haber tocado, no nos dejaban salir del hotel porque la producción de Córdoba no había pagado el alojamiento".

Algo para rescatar: el nivel, las ganas y el momento por el que pasan las dos agrupaciones: "Por lo que nos quedamos contentos, es por el nivel que mostramos las dos bandas. Lo que vimos es que más de la mitad de las bandas de Santa Fe eran mejores que cualquiera de las que escuchamos tocar allá", dice Luli.

Maximiliano Lichtenstein