Economía: ECON-02

Ruralistas critican el accionar de la política

Expresan que el aparato político está sobredimensionado y es ineficaz. Sostienen que sus privilegios se anteponen al sector agropecuario.


La Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfé) cuestiona por medio de un comunicado de prensa las políticas llevadas a cabo por el gobierno nacional.

"Al calor del repudio generalizado y de un grito de hastío que significó claramente basta a una serie de políticas devastadoras, el gobierno que asumía vino a tratar de capear tanto el temporal como a interpretar el nuevo modelo reclamado", dice el primer párrafo.

"Así, además de la condena explícita a prácticas varias veces agotadas y permanentemente denunciadas por las entidades que representan a la producción, el gobierno se comprometía a privilegiar la producción y el trabajo, desestimando al mismo tiempo nuevas formas de presión fiscal y cualquier medida de retención a las exportaciones del sector.

"Las autoridades habían hecho, por lo menos discursivamente, una lectura correcta de la grave situación en ese momento: veníamos de años de apostar a un sistema financiero cuyo sostenimiento trajo el quebranto de los argentinos; veníamos igualmente de años de gastos superfluos, endeudamientos crónicos, costos políticos inviables y un aparato estatal burocrático e ineficiente, voraz e insaciable.

"Es allí que se pensó por fin en hacer las cosas bien: apostar por una vez al trabajo, a la producción, a explotar en toda su potencialidad las posibilidades del sector agropecuario que, aun padeciendo la constante depredación de un sistema perverso, igualmente se tecnificó y mejoró cualitativamente sin más ayuda que el propio esfuerzo y a veces irrecuperable endeudamiento del hombre de campo.

Se busca una oportunidad


"El productor sólo esperaba y espera una oportunidad, la de demostrar una vez más que no hay más fuerte respaldo para una moneda y un país que el de su trabajo, el del aprovechamiento integral y movilizador de sus mejores recursos, los del campo".

Pero "a poco de andar, las nuevas autoridades terminaron enredadas en el propio entorno de una burocracia cuyos tentáculos, lejos de cortarse de raíz, parecen crecer, afianzarse, quedar amarrados extemporáneamente al esfuerzo, trabajo, padecimientos y sufrimientos de una sociedad que ya no admite el lujo de un Estado dilapidador. Ya no se habla de la prometida reforma política, una utopía que naufragó antes de comenzar a navegar y que demuestra la enorme resistencia del sector a efectuar sus propias, necesarias, y reclamadas hasta el cansancio medidas de austeridad, las mismas que con toda claridad exige la población argentina.

"El gobierno no sólo no benefició al campo sino que anunció la retención de las exportaciones, con lo que en la práctica se consolida el viejo y conocido esquema mediante el cual el agro, después de décadas de atraso y postración, transfiere a la clase política el fruto de su esfuerzo.

"Una vez más los responsables de enmendar el terrible daño que el sostenimiento de ese esquema perverso le hizo al país, lejos de motorizar el cambio y el ahorro, lejos de privilegiar la producción y efectuar las correcciones de un aparato político sobredimensionado e ineficaz, insisten en querer continuar con sus privilegios.

Necesidad del momento


"No es posible ese país, porque ya se agotaron los créditos: los externos, a fuerza de incumplimientos, marchas y contramarchas, corrupción y nuevos endeudamientos, al punto de no ser creíbles en el contexto internacional; y los internos, porque el campo, postrado a fuerza de acumular impuestos recesivos y políticas fiscales de una voracidad irracional e insostenible, no puede salir una vez más a financiar este poder político distorsionado.

"El Estado debe hacer sin demoras su propia reducción antes que pedir nuevos fondos del que trabaja. Ni el campo en su conjunto, ni un solo argentino puede seguir financiando esta situación.

"Por último creemos oportuno formular una consigna que sin dudas servirá para equilibrar la economía de nuestra Nación: que el sector político aporte al Estado en la misma proporción que se le exige a la producción".