Esta mañana comenzó a desembarcar en Buenos Aires una decisiva misión del Fondo Monetario Internacional que iniciará negociaciones, de cuyo resultado dependerá que el gobierno de Eduardo Duhalde logre respaldo financiero para el programa económico.

La delegación estará encabezada por el indio Anoop Singh, y tiene previsto trabajar en esa ciudad al menos hasta el 17 de abril, para luego elevar un informe al Directorio del organismo con la conclusión final.

La llegada de los funcionarios del FMI será escalonada. En primer término, arribaron a Ezeiza -a las 10.30-, Luis Cubbedu y Alberto Ramos procedentes de Miami en vuelos regulares de línea.

El grupo comenzará su labor mañana, la cual estará focalizada en las cuentas provinciales. Ahí, la exigencia pasa por una reducción de 3.000 millones de dólares en los déficit presupuestarios y la eliminación de los bonos como forma de financiamiento.

A lo largo de la semana se irá completando la delegación compuesta por una docena de hombres, mientras que Singh llegaría hacia el fin de semana.

A diferencia de otras misiones, la que comienza a llegar hoy tiene la facultad de "negociar" un nuevo programa con el gobierno argentino, lo cual abre la posibilidad de que exista un desembolso de dinero a cambio del cumplimiento de una serie de metas.

La complejidad del caso argentino obligó al organismo a crear el Departamento de Operaciones Especiales, que quedó en manos de Singh.

Desde la asunción de Eduardo Duhalde, el FMI envió distintos grupos a Buenos Aires y obligó a tomar una serie de medidas, entre ellas la libre flotación del peso sin la intervención del Banco Central y un nuevo acuerdo entre la Nación y las provincias por la coparticipación de impuestos.

La última delegación que trabajó durante los primeros días de marzo avanzó en otras áreas y puso especial acento en temas jurídicos como la Ley de Quiebras y de subversión económica.

También remarcó la necesidad de idear un programa para rescatar los bonos provinciales y alternativas para ir flexibilizando aún más el corralito.

Al cambio de cumplir con todos estos pedidos, el gobierno aspira a conseguir un desembolso de dinero que le permita sostener el programa económico que significó la salida de la convertibilidad y la pesificación de la economía.

La hipótesis de mínima es lograr al menos 9.000 millones de dólares, cifra similar a la que la Argentina debe abonar a los organismos internacionales de crédito durante 2002, lo cual que significaría un desahogo para el presupuesto nacional.

Entre las máximas aspiraciones se especula con un giro superior a los 15.000 millones de dólares que entre otros fines servirían para fortalecer las reservas del Banco Central.

Pero un acuerdo con el FMI también habilitaría la acreditación de una serie de líneas de crédito ya cerradas con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM), la cual tendría como objetivo sostener planes sociales.

El vocero presidencial, Eduardo Amadeo, afirmó que el gobierno saldrá esta semana a "acelerar los tiempos legislativos" para obtener un conjunto de leyes que apuntale la actividad económica y política.

"Hay una cantidad importante de leyes que deben ser aceleradas y en los diálogos con los principales referentes parlamentarios se llegó a este acuerdo", afirmó Amadeo en referencia a una serie de reuniones que el mismo Duhalde mantuvo la semana pasada con las autoridades de los bloques parlamentarios.

Amadeo anunció que se van a "acelerar los tiempos legislativos, en consonancia con la necesidad de acelerar los tiempos económicos, de forma de dar más estabilidad a las variables de la economía: el tipo de cambio, la tasa de interés y el nivel de precios".

Entre los puntos que pretende impulsar con firmeza el Poder Ejecutivo se cuentan la reafirmación del Pacto Fiscal entre la Nación y las provincias, la Reforma Política y el cambio o anulación de las leyes de Quiebras y de Subversión Económica.

En ese sentido, el vocero anticipó que "entre hoy y mañana" el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, discutirá distintos proyectos de leyes con los presidentes de ambas cámaras.

También resaltó el optimismo del equipo económico luego de conocerse que "la recaudación ha caído mucho menos de lo previsto" y se convirtió en "el primer mes en que la recaudación está por encima de lo que se esperaba".

Para el vocero presidencial, en el equipo económico se espera "ahora una situación fiscal más estable", lo cual le otorgará una "mayor coherencia al programa económico".