Pantallas y Escenarios: PAN-02

Un exitoso entretenimiento


Sam Raimi es el hacedor de esta primera -y muy lograda- versión cinematográfica de El Hombre Araña (Spiderman), el superhéroe de historieta creado hace cuatro décadas por Stan Lee y Steve Ditko para la Marvel.

En este caso, el guión del experto David Koepp (La muerte le sienta bien, Jurassic Park, La habitación del pánico) respeta los aspectos principales del relato original pero actualiza algunos detalles, en especial aquellos referidos a los avances científicos y tecnológicos, consiguiendo que todo marche al ritmo de estos tiempos.

Como el público recordará, El Hombre Araña refiere a un joven huérfano, Peter Parker, quien es criado por sus tíos, dos amables viejitos de clase media baja (en el filme, Cliff Robertson y Rosemary Harris), que viven en un barrio obrero de Nueva York. Peter (Tobey Maguire) es debilucho y muy tímido, buen estudiante y aficionado a la fotografía. Está enamorado de su vecina y compañera de clases, Mary Jane (Kirsten Dunst), quien casi ni repara en él pero acepta, en cambio, de buen grado la compañía del apuesto y forzudo líder del grupo.

En la escuela, Peter es blanco de bromas pesadas y de mal gusto, pero hace buenas migas con Harry Osborn (James Franco), hijo del científico y millonario Norman Osborn (Willem Dafoe), dos personajes que tendrán un papel clave en su vida: Harry le disputará el amor de Mary Jane y Norman se convertirá en su archienemigo, el malvado Duende Verde, una especie de efecto no deseado producto de un experimento fallido.

Tal como ocurre en la versión original, Peter se transformará luego de ser picado por una poderosa araña durante una clase de ciencias. Pero en este caso, no se trata de una araña mutante a causa de la radioactividad, sino de una nueva especie diseñada mediante manipulación genética.

A partir de este hecho fortuito, la vida de Peter cambiará para siempre: comenzará a experimentar alteraciones fisiológicas extraordinarias que le darán poderes también extraordinarios. Pero no tendrá en mente, en un principio, utilizar estas ventajas para combatir el mal sino que buscará divertirse y en todo caso, conquistar a la chica que le gusta. Y así como ocurre en el relato original, recién se decidirá a perseguir a los villanos cuando su tío muera a manos de un ladrón y, lleno de tristeza y remordimientos, persiga al asesino hasta atraparlo. Será entonces que resonarán en su memoria las últimas palabras que escuchó de su tío: ``Un gran poder supone también una gran responsabilidad''.

El superhéroe ha nacido. Su popularidad crece a medida que se conocen sus prodigiosas intervenciones para desbaratar los planes delictivos de los malhechores neoyorquinos y salvar a sus víctimas. Sin embargo, algunos se atreven a dudar de sus buenas intenciones, como el director del periódico sensacionalista The Daily Bugle, interpretado por un desopilante y caricaturesco J.K. Simmons, quien sin embargo aprovecha la atracción que el personaje ejerce sobre la población para vender más diarios.

La fresca propuesta de Raimi, que ya es un éxito arrollador de taquilla en todo el mundo, es un entretenimiento genuino y hecho con respeto por el espectador, quien es gratificado con un filme de buena factura técnica, que exhibe con ajustado criterio y sin abusar de lo último disponible en tecnología digital y efectos especiales. La historia, aunque conocida, se sostiene con un guión inteligente y ágil, capaz de atrapar entre sus hilos a públicos de todas las edades, y con un buen elenco que acompaña a los jóvenes y talentosos Maguire y Dunst, las figuras indiscutibles de la película.

El Hombre Araña


``Spiderman'', Estados Unidos, 2002. Dirección: Sam Raimi. Intérpretes: Tobey Maguire, Willem Dafoe, Kirsten Dunst, James Franco, Cliff Robertson, Rosemary Harris, J.K. Simmons, Gerry Becker y Bill Nunn. Guión: David Koepp, basado en el cómic homónimo de Stan Lee y Steve Ditko. Fotografía: Don Burgess. Edición: Bob Murawski y Arthur Coburn. Música: Danny Elfman. Diseño de producción: Neil Spisak. Efectos visuales: John Dykstra. Presentada por Columbia Pictures. Duración: 120 minutos.

Laura Osti