El cierre provisorio por 48 horas de los bancos Suquía y Bisel, y la decisión de otorgarle al Banco Nación la administración hasta la venta accionaria -vía fideicomiso- de todo el paquete que controlaba el grupo francés Crédit Agricole, tuvieron hoy en la región centro -Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba- una fuerte repercusión, dada la inserción que tales entidades alcanzaron en los últimos años, especialmente en el financiamiento de los sectores productivos.

La medida, que no alcanzó al Bersa, el tercer banco del grupo, ocasionó dificultades en varias empresas y particulares, ya que por la falta de liquidez las operaciones, especialmente las que compensan transferencias, hace varias jornadas que no se realizan.

Así como la repercusión comenzó a manifestarse entre el personal bancario afectado, las entidades, incluso el propio gobierno provincial, resaltaron la trascendencia que la definición puede alcanzar en nuestra zona.

La Asociación Bancaria se quejó porque no existe una información veraz sobre lo que acontecerá con el futuro de estas entidades financieras. Unas 6.000 familias de nuestro país se encuentran afectadas por esta medida; en Santa Fe son aproximadamente 2.000.

Los representantes de las entidades agropecuarias se mostraron muy preocupados ante este panorama incierto. ``Hay que tener en cuenta que el banco Bisel es uno de los que tiene mayor contacto con la actividad que se genera del comercio exterior'', dijo el titular de Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, a El Litoral.

Además, ``los productores agropecuarios trabajan en íntima relación con el Bisel y el Suquía. Esto termina ocasionando una importante complicación a la gente de campo'', reconoció Luis Lazzaroni. Ahora, ``sólo nos queda esperar a que el próximo miércoles vuelvan a abrir sus puertas'', destacó el titular de Carsfe.

El gobernador Reutemann acusó de irresponsable a la banca internacional que en algún momento decidió invertir en nuestro país. Además de remarcar ``la ausencia de control oficial que existe''.

Asimismo, el ministro de Economía de Santa Fe, Juan Carlos Mercier, resaltó la gran inquietud que existe en nuestra región por el vínculo que tienen los sectores productivos santafesinos con estas entidades financieras. Destacó que estas entidades financieras ``son subcontratistas del Nuevo Banco de Santa Fe (NBSF) en el sistema de recaudación fiscal''.

Mientras en la Capital Federal comenzó el análisis de las medidas que se adoptarán para evitar el cierre definitivo de las entidades, trascendió que el grupo Macro, que controla el Bansud, mostró su interés por adquirir el paquete accionario del Suquía y Bisel. También hubo sondeos con el banco Credicoop y el grupo que administra la familia Werthein.

(ECONOMIA).