Juicio a la Corte: poco se
espera del debate en el PJ
La conducción del bloque justicialista enfrenta un doble desafío.
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El oficialismo tenía previsto empezar a tratar hoy el dictamen de comisión. La paridad de fuerzas deja poco espacio para una definición.
Los diputados justicialistas debatirán en las próximas horas el juicio político contra los integrantes de la Corte Suprema en una reunión donde se esperan fuertes discusiones entre partidarios y detractores del dictamen contra los jueces, pero pocas definiciones.
El empate de fuerzas entre el grupo liderado por el menemismo, por un lado, y los firmantes del juicio político, por otro, deja poco espacio para una decisión unánime que defina la posición del justicialismo en una futura votación del dictamen.
La comisión de Juicio Político aprobó la semana pasada un pedido de acusación contra los nueve jueces de la Corte Suprema, con la firma de los diputados justicialistas Sergio Acevedo (Santa Cruz), Guillermo Johnson (Córdoba) y José Ricardo Falú (Tucumán).
La conducción del bloque, encabezada por Humberto Roggero, enfrenta un doble desafío: evitar que el enfrentamiento ensanche las divisiones internas y buscar una salida para una discusión donde existen posiciones irreconciliables en el bloque.
El menemismo, a través de la diputada Alejandra Oviedo, advirtió que su sector "no se va a suicidar" con un pedido de juicio político contra la Corte Suprema.
Acevedo contraatacó con la denuncia de "una alianza entre el menemismo y (Eduardo) Duhalde" para sostener al tribunal.
Muchas dudas, pocas certezas
En medio de ambos fuegos, la mayoría equidistante del bloque sospecha que Roggero buscará abrir la discusión para descomprimir, pero luego intentará postergar una definición para despejar el camino de la aprobación de los cambios a ley de Subversión Económica, una exigencia del Fondo Monetario Internacional.
"Mi pálpito es que van a patear el tema y quedará para más adelante", deslizó un legislador del interior.
La escasez de "caciques" en el bloque, muchos de los cuales emigraron hacia el Poder Ejecutivo, y la variedad de grupos internos complican el tradicional equilibrio de Roggero.
Un mapa de la bancada muestra a un grupo denominado "federal", que lidera una coalición entre menemistas y puntanos. Son unos 30, y tienen en su seno a los mayores opositores al juicio político.
Después hay una veintena de "sin techo", como se conoce a los legisladores de provincias donde gobierna la oposición.
Ellos reclaman más participación en la conducción, y van a esperar el informe de los miembros de la comisión para resolver su postura.
Por último están las grandes provincias: Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, que reúnen a la mayor parte de los votos y donde abunda la cautela. Algunos coinciden en los cargos, pero dudan de la oportunidad del juicio.
El duhaldismo no quiere saber nada con abrir otro frente de conflicto con la Corte Suprema, en especial cuando la suerte del "corralito" depende en gran medida de sus decisiones.
