Política: POLI-02

Lavagna negocia con el FMI para ajustar menos

La caída de recaudación compromete las metas exigidas.

El ministro confía en acordar para fin de junio. Y espera que Buenos Aires y Santa Fe suscriban el pacto para reducir déficit.


El ministro de Economía, Roberto Lavagna, iba a reunirse hoy en Washington con el titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Kšhler, su segunda, Anne Krueger, y el encargado del Departamento de Operaciones Especiales, Anoop Singh.

De esta forma, el ministro, que se dirigió a Washington luego de participar de la gira por Europa del presidente Eduardo Duhalde, iba a entrevistarse por primera vez con la plana mayor del organismo multilateral con el propósito de solicitar que se flexibilice la meta exigida de reducir en un 60 % el déficit consolidado de las provincias (que el año pasado llegó a los 5 mil millones).

Según el diario La Nación, se intentará que el organismo financiero tenga en cuenta los esfuerzos de contención del gasto realizados en el cuatrimestre, a pesar de la dificultad de llegar a los niveles de reducción reclamados, frente a la brutal caída de la recaudación.

Hasta el momento sólo siete de los veinticuatro gobernadores firmaron el preacuerdo para la reducción del déficit. Pero lo que más preocupa al gobierno nacional es que lo hagan Buenos Aires y Santa Fe.

En declaraciones formuladas ayer en Bruselas, Lavagna señaló que, pese las trabas puestas por ambas provincias, éstas concluirán por adherirse a la iniciativa de reducción del déficit.

En cuanto a nuestra provincia, las autoridades salieron ayer a poner como condiciones que se pague parte de las sumas adeudadas, que se garantice una política de precios equilibrada y que se tenga en cuenta que Santa Fe se vio privada de un desembolso del Banco Mundial como consecuencia de que la Nación no llega a un acuerdo con el Fondo. También se mencionó el hecho de que Buenos Aires concentra el 40 % del déficit a ajustar -y Santa Fe sólo el 1 %-, por lo que, de no suscribirse el pacto por parte de aquella provincia, tendría escasa relevancia el compromiso de las demás.

El gobernador Felipe Solá anticipó ayer que no puede producir ese nivel de reducción sin afectar los servicios esenciales ni emitir patacones, por lo cual negocia un achique menor. Ese es, precisamente, el planteo que llevará el ministro de Economía de la Nación ante las autoridades internacionales.

Agenda cargada


Lavagna llegó a la capital de los Estados Unidos con una cargada agenda de temas a resolver, enmarcados por la necesidad de llegar a un nuevo acuerdo con el FMI que le permita acceder a nuevo financiamiento. Para el ministro, el acuerdo con el FMI se logrará recién a fines de junio.

Krueger, en los últimos días, se mostró partidaria de terminar con el corralito mediante la entrega de un bono a los ahorristas para intentar poner a salvo al sistema financiero ante el riesgo cierto de colapso.

Sin embargo, según Lavagna, el corralito "no es un tema que se discuta con el Fondo, (porque) no está en la lista de requisitos de ellos", y precisó que "las condiciones previas a un acuerdo son las leyes de Quiebras, de Subversión Económica y el pacto fiscal con las provincias".

El funcionario había asegurado ayer, desde Bruselas, que las negociaciones entre la Argentina y el FMI han tenido "avances de ambos lados".

No manden más plata


El influyente diario de negocios estadounidense The Wall Street Journal citó hoy presuntos reclamos de argentinos que no quieren que el FMI preste dinero al país, porque están convencidos de que "los fondos desaparecerán en los bolsillos de políticos corruptos".

La nota, que fue difundida por la agencia ANSA, cita el testimonio de "Lila Oliva, una escultora de 45 años cuyos depósitos quedaron atrapados en el `cepo bancario' " y que según ese matutino "tiene pocos consejos para el Fondo, que considera un nuevo paquete de rescate de 1.000 millones de dólares para la Argentina: `no lo haga' ", dice la artista.

Según se indica, el FMI recibió desde noviembre más de 7.000 cartas y correo electrónico desde la Argentina cuyos remitentes opinan sobre el papel de esa entidad en su país.

"Se trata de una campaña única tanto por el volumen como por el hecho de que la vasta mayoría de ellos urgen a la institución a no prestarle a la Argentina", dijo el diario neoyorkino.

"Le pido de la manera más humilde que hagan el mayor esfuerzo para frenar cualquier préstamo a la Argentina", sostiene uno de los mensajes, cuya cantidad, según el Wall Street Journal, se debió a la tecnología y a la facilidad de enviar e-mails con los que se pudieron contactar en forma directa con el FMI.

Según el diario, estos argentinos temen que el Fondo remita dinero al presidente Eduardo Duhalde quien, según ellos, "está agravando la recesión de cuatro años con una traumática devaluación cambiaria e inflación desbordante". El matutino dice finalmente que si bien las autoridades del FMI afirman que la campaña de protestas no influye directamente sobre su política hacia la Argentina, refuerza la percepción de que los argentinos están profundamente desilusionados con sus líderes.