La presión del presidente Duhalde al Congreso tuvo su primer efecto anoche en Diputados. La Cámara Baja aprobó una preferencia para que hoy se puedan votar las modificaciones que el FMI reclama para la ley de Subversión Económica, que volvería de inmediato al Senado para su sanción definitiva.

Ayer Duhalde se reunió con el titular de la Cámara Baja, Eduardo Camaño, y el presidente del bloque del PJ, Humberto Roggero, quien garantizó los votos necesarios para aprobar esta tarde la norma. El titular del Senado, Juan Carlos Maqueda, y el presidente del bloque peronista, José Luis Gioja, pactaron allí que el Senado no insistiría luego con la derogación de la norma, sino que aprobaría las modificaciones que introduzca Diputados.

"Es un pacto sellado con sangre", comentó una fuente parlamentaria a El Litoral. Sin embargo, el acuerdo se reduce al ámbito del PJ, ya que la UCR se limitará a facilitar de una u otra forma la aprobación, aun cuando no la convalide.

En principio el presidente pidió el aval de la UCR. Pero fueron inútiles los intentos del ministro de Justicia, Jorge Vanossi, para acordar con la titular de la comisión de legislación penal de Diputados, Margarita Stolbizer, un proyecto en común. Para los radicales, el PJ avanza hacia una ley que si bien no deroga Subversión Económica, modifica los tipos penales de tal manera que facilita el desprocesamiento de los banqueros hoy comprometidos ante la Justicia.

Ante las posturas irreconciliables, el presidente de la bancada radical -Horacio Pernasetti- terminó por acordar con el ministro del Interior, Jorge Matzkin, un camino rápido, aunque fuera del reglamento. Sin los plazos requeridos desde que la comisión produjo el despacho, el tema será tratado hoy "con preferencia", tal como lo dispuso ayer al mayoría peronista de la Cámara Baja, con el consentimiento implícito de un radicalismo que no acompañará el proyecto, pero tampoco pondría palos en la rueda.