íMexicanos a grito de guerra!... Sí señores. Erik Isaac Morales y Marco Antonio Barrera, como dos buenos guerreros aztecas de pura cepa y cuño, son peleadores que no conocen el significado de las palabras especular, achicarse o aflojar. Por eso, es imposible pensar en un nuevo topetazo que no tenga ni los kilates ni las características del que brindaron el 19 de febrero, cuando virtualmente se "sacaron los ojos', con el Mandalay Bay de Las Vegas de bote a bote.

Aquella vez los dos eran monarcas supergallos (55,338 kg) y fue tal la controversia generada por el fallo que la Organización Mundial de Boxeo (OMB), que tenía a Barrera como rey, desconoció el triunfo de Morales, titular del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), y restituyó a aquél en su trono.

Cierto es que en dicha oportunidad Barrera, que ganó por paliza los dos últimos asaltos y sólo recibió el reconocimiento final de uno de los tres jueces, se sintió despojado, hasta muy molesto y ofendido por el veredicto que le otorgaron: Duane Ford lo vio ganar 114-113, pero Carol Castellano y Delby Shirley observaron 114-113 y 115-112 para Morales.

Esta noche en el MGM Grand Hotel, con todo México como gran testigo, el "Terrible" Morales será anfitrión de Barrera en plumas (57,153 kg), habida cuenta que el 2 de setiembre del mismo año en el que chocó con él, se pasó al casillero de las 126 libras para quedarse con el fajín correspondiente al CMB ganándole al gastado Kevin Kelley.

Marco Antonio, por su parte, aprovechó ese período para afianzarse y arribar a plumas mucho más maduro, descansado y confiado. Así fue que dio soberanas golpizas a Luiz Freitas -hermano de Acelino-, el siempre difícil Jesús Salud, el intrincado e histriónico Naseem Hamed y a su coterráneo Enrique Sánchez, al mismo tiempo que Erik trastabillaba con Guty Espadas Jr. -pelea que tampoco ganó en el desarrollo pero sí en las tarjetas-, o se molía a palos con el coreano Injin Chi.

Por todo esto, y porque tarde o temprano los caminos de ambos tenían que encontrarse sí o sí una vez más, es que la velada ha sido denominada "Por honor y orgullo", y la promoción de la misma giró exclusivamente sobre los pormenores del match anterior.

Morales, oriundo de Tijuana, llega a la instancia crucial de este sensacional duelo aún invicto y con marca de 41-0 (31 KO), pero arrastrando las tremendas porfías señaladas. Quiere ganarle bien a Barrera, para que ya no se hable más sobre el tema.

Pero Barrera -nativo de Iztacalco pero residente en el Distrito Federal-, se ha fortalecido en forma notable después de su paso de categoría y aparece como ligero favorito. Su récord es de 54-3 y 1 nulo (39 KO).

Cabe destacar que Space televisará el festival completo a partir de las 22, trayendo las imágenes de otro combate titular, el que sostendrán el campeón supermosca de la OMB, el panameño Pedro Alcázar, contra el azteca Fernando Montiel, actual monarca mosca/OMB en receso. Además, está anunciado el prometedor invicto boricua José Cotto -quien enfrentará al experimentado ugandés Justin Juuko-, así como José Aguiniga, que peleará con Rubén López.

La confrontación entre los imbatidos Alcázar y Montiel está ligada con el púgil argentino Omar Narváez, 7º clasificado entre los moscas de la OMB, puesto que él irá contra el nicaragüense Adonis Rivas -titular interino hasta que se resuelva el futuro de Montiel-, el 13 de julio en el Luna Park. Si Montiel le gana a Alcázar dejará vacante el sitial por el que se apresta a combatir Narváez, que entonces irá por el cinturón ecuménico y no por un interinato.

Compartiendo franja horaria (aproximadamente a la medianoche) con la transmisión de Morales-Barrera, TyC Sports traerá en directo, desde Chascomús, las imágenes del duro combate que protagonizarán el cordobés Juan Gerardo Cabrera y el santafesino Carlos Alberto Ríos, quienes están programados como fondistas a diez rounds.

Supuesta y lamentablemente, su accionar podría coincidir con las alternativas del sensacional duelo de los mexicanos.