Sao Paulo. - El candidato presidencial brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, cerró campaña en su feudo de Sao Paulo ante decenas de miles de eufóricos seguidores, en un ambiente de victoria ante la posibilidad de conseguir la victoria en la primera vuelta de las elecciones del próximo domingo.

"Por primera vez en la historia tenemos la oportunidad de que el pueblo elija en primera vuelta a un obrero metalúrgico presidente de Brasil", afirmó el candidato del Partido de los Trabajadores (PT).

Según la encuesta Dafolha divulgada en los periódicos ayer, Lula tiene 45% de las intenciones de voto, lo que se traduciría en 49% de los votos válidos (exceptuando blancos y nulos).

"Tengo la certeza de que vamos a ganar las elecciones", proclamó Lula ante unas 30.000 personas (según la policía) en su principal bastión, la metrópoli de Sao Paulo, donde se dio a conocer en los años setenta como un combativo líder sindical de los obreros metalúrgicos.

Su entrada fue triunfal, al grito de "íBrasil, Urgente, Lula presidente!", rodeado con grandes carteles proclamando el resultado de la encuesta: "Lula, con 49% de los votos válidos, Lula está a 1% de vencer en el primer turno".

"Este no es el mayor mitín que hice en mi vida, pero es el momento más importante de mi vida", lanzó Lula emocionado ante un mar de banderas con la estrella roja del PT.

En el palco lo acompañaron el presidente de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), Víctor de Gennaro; el tres veces candidato presidencial mexicano Cuahutemóc Cárdenas y ex jefe de gobierno de la ciudad de México; y el senador estadounidense reverendo Jesse Jackson.

Sobre De Gennaro, Lula afirmó "si dependiese de mí sería candidato a la presidencia de Argentina".

Poco antes, en un encuentro de evangélicos, Jackson comparó a Lula con Nelson Mandela y Martin Luther King. "Estuve con Luther King y Mandela y ellos tenían esa inspiración de un espíritu especial que Lula también inspira", dijo.

Lula se comprometió ante su audiencia a cumplir las promesas de campaña, altamente volcada a la creación de empleo, y, coincidiendo con la crisis financiera que azota al país.

Asentó: "Brasil no volverá a ser colonia ni del sistema financiero ni de ningún paisito del mundo". Poco antes , afirmó que no aceptará un Area de Libre Comercio de las Américas (Alca) impuesta por EE.UU.

Con un "íhasta la victoria!", Lula se despidió de los paulistanos a los que pidió una semana de lucha por el voto que puede garantizarle la victoria el domingo, justo el día de su 57° cumpleaños.

Vistiendo en formal camisa y pantalón, aunque sin corbata ni chaqueta, Lula no fue en este mitín el radical del pasado, cuando recién salía de las luchas sindicales. Incluso su frase final recortó la expresión guevarista "siempre".

Apenas a siete días de las elecciones, la campaña electoral se puso al rojo vivo tras la divulgación de la prestigiosa encuesta Datafolha, según la cual Lula tiene 45% de las preferencias, contra 19% del oficialista José Serra, delfín del presidente socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso, que sólo aspira a disputar una segunda vuelta con el izquierdista. (AFP)