Sucesos: SUCE-06 Secuestradores liberaron al joven Lobeto
Lo abandonaron en Ceibas, Entre Ríos. La familia habría pagado un cuantioso rescate. Se habla de 250.000 pesos.


Buenos Aires.- Diego Lobeto, el joven dueño de agencias de autos secuestrado hace diez días, fue liberado ayer en la localidad entrerriana de Ceibas, en el límite con la provincia de Buenos Aires, confirmó un familiar.

La liberación de Lobeto, de 27 años, se habría concretado luego de que la familia pagara a los captores, entre sábado y domingo, un rescate de una suma no determinada oficialmente, señalaron -por su parte- voceros del caso.

La noticia fue confirmada anoche por el canal de cable TN, que indicó que se pagó un rescate de 250 mil pesos, y que aseguró que un tío de Diego, de nombre Salvador, confirmó la liberación del empresario.

Los portavoces del caso señalaron que la liberación del empresario se conoció en medios policiales, al ser interceptada una llamada telefónica del propio Lobeto a su tío Salvador.

Luego, el propio Salvador, en diálogo con varios medios de prensa, confirmó que habló con Diego Lobeto y que el joven empresario "estaba en viaje para su casa".

El joven empresario fue secuestrado el viernes 20 de setiembre en Boulogne, partido de San Isidro, cuando delincuentes que se habrían movilizado en tres vehículos lo "levantaron" en inmediaciones de su casa, una suntuosa finca ubicada en Asamblea al 900 de esa localidad.

La familia trató siempre de desmentir la información y, de hecho, jamás hizo la denuncia policial; pero con el correr de las horas se confirmó el hecho por fuentes policiales.

Voceros del caso indicaron que los contactos entre la familia del muchacho y los secuestradores se efectuaron a través de teléfonos públicos en las últimas horas, con el objetivo de eludir las pesquisas policiales.

De cualquier manera, las fuentes destacaron que los delincuentes -que habrían dado señales de vida de Lobeto- integrarían una banda "muy profesional y, en consecuencia, muy cuidadosa de cada paso que da".

La víctima se dedica a la comercialización de autos, especialmente importados, en dos agencias que tiene en el norte del Gran Buenos Aires.

Días antes del secuestro, el empresario sufrió "el tiroteo de una vidriera de uno de sus comercios, y tres balazos pegaron en un auto Audi último modelo que estaba en exhibición", según habían anticipado los voceros.

En el caso interviene el juez federal de San Isidro, Conrado Bergesio.