La Nación exige este requisito para continuar con la ayuda de 150 Lecop. En Santa Fe, el 64% de los beneficiarios cumple con algún tipo de contraprestación.
Antes de que finalice esta semana, la provincia deberá entregar al Ministerio de Trabajo de la Nación un informe completo que especifique qué tipo de contraprestación realizarán los 180.825 beneficiarios de los planes Jefes y Jefas de Hogar que existen en el territorio santafesino.
Hace alrededor de 90 días, se fijó a nivel nacional un plazo hasta el 31 de este mes para cumplir con el requisito. Esto no significa, en teoría, que los que no presten algún tipo de contraprestación queden al margen de la ayuda de 150 Lecop en forma inmediata, pero el objetivo a corto plazo es que todos estén ocupados de alguna manera.
La secretaria de Promoción Comunitaria de la provincia, Adriana Cavuto, informó que actualmente el 64% de los beneficiarios de la ciudad de Santa Fe y el 50% de los de Rosario, están realizando tareas a cambio del subsidio. Las labores se efectúan en comedores, costureros comunitarios, servicios de copas de leche, huertas, cuneteo, barrido de calles, etc., mientras que algunos están recibiendo capacitación en distintas áreas.
"Todos los beneficiarios deberán cumplir una tarea de entre cuatro y seis horas para seguir cobrando la ayuda. Lo que todavía no sabemos es desde cuándo la Nación comenzará a aplicar este requisito", explicó la funcionaria.
En el interior provincial la inserción de los beneficiarios en labores específicas no resulta tan complicada. Sin embargo, la realidad cambia en Santa Fe y Rosario, ciudades que reúnen alrededor de 90 mil personas que están cobrando dichos planes. "No es sencillo insertar a tanta gente", reconoció Cavuto.
Además, en el ámbito privado, el interés de las empresas por recibir a beneficiarios de los planes es muy limitado, aunque los empleadores sólo deben hacerse cargo de la diferencia que existe entre los 150 Lecop y el sueldo de convenio (ver nota aparte).
Capacitación
Otra dificultad surge con quienes están imposibilitados de trabajar por problemas personales o familiares. El objetivo de Promoción Comunitaria es que estas personas reciban una capacitación semanal de entre cuatro y ocho horas, en temas como maternidad responsable, salud, educación cívica, cuidados domiciliarios, alimentación, manejo de huertas o violencia familiar.
El programa considera situaciones especiales como, por ejemplo, madres multíparas o con hijos menores a seis meses, embarazadas, personas con invalidez total y permanente de más del 60% de sus capacidades o beneficiarios en cuyos grupos familiares existan discapacitados.
Promoción Comunitaria pidió autorización a nivel nacional para que se les permita a estas personas recibir capacitación, en lugar de realizar alguna tarea social.
Los interesados ya pueden inscribirse en las unidades descentralizadas del organismo. Para ello deben acreditar la certificación de alumno regular de los menores en edad escolar obligatoria y certificación de que hayan recibido las vacunas correspondientes. En el caso de las embarazadas, deben cumplir con los controles médicos periódicos.
La tarea de capacitación estará a cargo de personal de la Secretaría, con la colaboración de la Escuela de Servicios Sociales. Los cursos comenzarán en noviembre.
"Si los beneficiarios no se capacitan o no realizan una contraprestación, es factible que sean dados de baja", insistió Cavuto.
